En un duelo de técnicos argentinos, Arabia Saudita venció 2-1 a Egipto, en la despedida de ambas selecciones de la Copa del Mundo. El veterano arquero egipcio El Hadary hizo historia a sus 45 años, convirtiéndose en el jugador con más edad en participar en un Mundial.

El arranque del encuentro fue muy parejo y tuvieron que pasar muchos minutos para ver situaciones de peligro. Las estrategias de ambos equipos quedaron claras desde el primer instante: los egipcios dirigidos por Héctor Cúper cedieron el protagonismo con la pelota a los sauditas de Juan Pizzi para tratar de sorprender de contraataque. La primera ventaja fue para la fórmula de Cúper: Salah recibió una pelota larga que pudo controlar ante los dos defensores rivales antes de definir de emboquillada. 

Los dirigidos por Pizzi encontraron premio a su dominio en el tramo final de la primera mitad en dos penales, de los cuales sólo aprovecharon uno. El del minuto 47, por una mano de Fathy, lo ejecutó Al Muwallad y El Hadary lo desvió, haciendo rebotar la pelota en el travesaño. Ya en tiempo añadido, Gabr agarró a Al Muwallad dentro del área y el árbitro señaló penal. El VAR ofreció al juez la posibilidad de revisarlo y éste reafirmó su decisión. Lo ejecutó Al Faraj y firmó así la igualdad antes del entretiempo.

El guión fue similar en la segunda mitad, con escasas oportunidades de peligro y con un ritmo más lento. Sin embargo, El Hadary volvió a lucirse ante un doble intento saudita y Salah estuvo cerca de su segundo tanto, aunque su definición demostró que nunca llegó a sentirse cómodo en un torneo al que llegó sentido por su lesión en el hombro. Y cuando parecía que el resultado ya no se movería, Salem aprovechó una pelota dentro del área en el último segundo del tiempo añadido para marcar el 2-1.