El juicio a Nahir Galarza, acusada del crimen de Fernando Pastorizzo, tuvo ayer su instancia acusatoria, cuando la fiscalía presentó su alegato durante el que pidió la condena perpetua para la joven. Antes de esa exposición, durante la mañana, Nahir pidió la palabra, para describir ante los jueces su relación con la víctima, una relación sin vínculo formal y sólo para tener encuentros sexuales ocasionales. El pedido del fiscal, sostenido en el agravante por el vínculo, realizado horas más tarde, viene a explicar la insistencia de la joven por describir su relación como que “no eramos novios, nunca fuimos. Solo nos veíamos de madrugada para tener sexo”.

La fiscalía consideró que el crimen fue agravado por el vínculo de noviazgo. Y pidió su prisión preventiva hasta que la condena quede firme, ya que la actual preventiva vence el próximo jueves. Las querellas pidieron un tercer agravante (el primero es el uso de arma de fuego): la alevosía, al encontrarse según esta hipótesis, en situación de indefensión ya que conducía la moto y Nahir se encontraba detrás suyo.

La exposición de la fiscalía duró alrededor de dos horas. La primera parte estuvo a cargo del fiscal de la causa, Sergio Rondoni Caffa, y el cierre del alegato estuvo a cargo del titular del Ministerio Público Fiscal, Lisandro Beherán, quien hizo énfasis en las características del vínculo de Galarza y Pastorizzo.

Rondoni Caffa empezó su alegato argumentando que Fernando agonizó algunos minutos antes de fallecer y luego de recibir dos disparos. Según un perito balístico que declaró en el juicio, si el primer disparo tenía un 50 por ciento de posibilidades de haber sido accidental, el segundo prácticamente debería considerarse como resultado de una decisión

Por otro lado, la fiscalía hizo eje en el tipo de relación, a la que consideraron como permanente. Y presentaron pruebas para al menos demostrar que no era una relación circunstancial. En esa línea, demostraron que Fernando Pastorizzo había viajado a Brasil con los Galarza, presentaron fotos juntos y los mensajes de la pareja. 

“Pedimos prisión perpetua para la señorita Nahir Mariana Galarza”, dijo el fiscal ante el tribunal de Gualeguaychú. La fiscalía pidió, además, la investigación por falso testimonio para la declaración de la vecina de los Galarza, María Inés Correa. La vecina había declarado que Pastorizzo era golpeador y maltrataba a la joven. Pero en su relato ante los jueces fue contradictoria y generó dudas. 

Más temprano, Nahir Galarza se sentó frente a los jueces del tribunal, Mauricio Daniel Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Cristina Vivian. Nahir sostuvo que la muerte de Pastorizzo “fue un accidente” y concentró su esfuerzo en que quedara demostrado que su relación con la víctima no era suficientemente regular como para ser considerada un vínculo formal. En ese punto, buscaba formar criterio entre los jueces como para evitar el agravante por el vínculo que posibilita la perpetua.

Nahir sostuvo que Pastorizzo “nunca fue mi novio. Sólo nos veíamos de madrugada para tener sexo”. También aseguró que Fernando se drogaba, que era violento, la acosaba, la llamaba permanentemente y la obligaba a tener sexo cuando ella no quería. Y que en esas relaciones ella muchas veces sufría heridas, “a pesar de que yo no quería, me lastimaba en las zonas íntimas”, declaró la joven.

Nahir sostuvo además que con Fernando se bloqueaban y desbloqueaban todo el tiempo en las redes, y que “en el último año se fue poniendo peor. Me decía zorra, desesperada, puta, si me veía con alguien me agarraba de los pelos, me recriminaba por qué me veía con otros chicos”. Y entonces pasó a recordar que el joven una vez la había arrastrado a la salida de un boliche, y que ella se había lastimado, que había quedado “con toda la pierna en carne viva”.

Después de la declaración de Nahir y el alegato de la fiscalía, siguieron los alegatos de las querellas, Ruben Virué en representación de la madre de Fernando, Silvia Mantegazza, y Juan Carlos Peragallo, letrado de Gustavo Pastorizzo, padre de la víctima. Ambas querellas pidieron por el agravante de la alevosía. Virué sostuvo que “Fernando esperaba el beso de despedida y en su lugar recibió un disparo”. Los dos abogados querellantes además consideraron que el crimen fue planeado, que hubo traición y que fueron disparos certeros. También, aseguraron que hubo indefensión por parte de la víctima y que la acusada eligió la zona donde cometer el asesinato.

Además, pidieron el falso testimonio para Inés Correa, la vecina de los Galarza quien aseguró que vio a Fernando salir con el arma y que escuchó gritos y discusiones entre los jóvenes. Y pidieron investigar “por falsa pericia a la psicóloga Alicia Paday”, quien fue la profesional que sostuvo que la imputada tenía todos los rasgos de ser una víctima de violencia de género.

Hoy será el turno del alegato de la defensa de Nahir y se espera que una semana más tarde se conozca el veredicto.