El martes, un día después de haber solicitado prisión perpetua para Nahir Galarza por el homicidio de Fernando Pastorizzo, el fiscal del caso, Sergio Rondoni Caffa, fue amenazado de muerte a través de la red social Facebook. Los mensajes con amenazas llegaron a la cuenta del abogado y a la de su esposa, a las pocas horas de que se realizara la última audiencia del juicio oral y público en Gualeguaychú, Entre Ríos, que tendrá sentencia el martes próximo. La investigación quedó a cargo de la fiscal Natalia Bartolo, quien sostuvo que “todos suponemos que tiene que ver con esta causa de público conocimiento” y explicó que “los perfiles (de donde salieron las intimidaciones) tendrían cierta relación”. La conexión habría quedado confirmada ayer a última hora, después que la denuncia tomara estado público, a través de un nuevo mensaje que intentó bajar el tono de las amenazas. 

Los insultos e intimidaciones llegaron el martes a las 17.50, en forma casi simultánea, al Facebook del fiscal y al de su esposa. “Tené cuidado de no aparecer con un tiro en la cabeza, hijo de puta”, fue el mensaje que recibió Rondoni Caffa.

“Van a tener un problema muy serio. Tu marido es un machista hijo de puta. Tengo preparada una investigación con los sobre sueldos que cobró de unos narcos. Ojo”, fue la advertencia que recibió la mujer del representante del Ministerio Público fiscal, quien minutos después presentó la denuncia correspondiente.

La fiscal de turno a cargo de la investigación dijo a un medio local entrerriano que la fiscalía está trabajando “con Inteligencia Criminal de Paraná, con la página Facebook para que proporcione datos del perfil que lo está amenazando”, y adelantó que ya habían “conseguido cuál sería el perfil”. También informó que la investigación, que se inició a última hora del martes, y en la que interviene Unidad de Análisis e Información del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, había logrado rastrear algunos datos para determinar de dónde partieron las intimidaciones.

“Google nos está ayudando porque se ha conseguido un mail y un número de teléfono y a Movistar le pedimos que informe con carácter de urgencia la titularidad del teléfono desde donde provienen las amenazas. Estamos en plena investigación y viene avanzando rapidísimo”, señaló la letrada.

Al mismo tiempo, la funcionaria relacionó los mensajes contra el fiscal con el juicio a Galarza, en la que Rondoni Caffa solicitó, al igual que los abogados de las querellas, la pena de prisión perpetua para la joven de 19 años que mató a Pastorizzo, de 20, con el arma reglamentaria de su padre, policía de la provincia de Entre Ríos.

Tras las repercusiones que tomaron las amenazas, por las que el autor puede ser imputado de “coacción agravada” y recibir pena de cárcel efectiva, trascendió un nuevo mensaje: “Yo no amenazo más, no soy nadie, sólo estaba en desacuerdo en cómo se trató a esa chica, me parece que no le dio ninguna chance de defenderse de nada, no la hizo ver por un psicólogo”, aunque aún no se estableció quién es el autor ni si es el mismo que realizó las amenazas.

El lunes, en la que fue la anteúltima jornada del juicio, la fiscalía representada por Rondoni Caffa y el titular del Ministerio Público Fiscal, Lisandro Beherán, consideraron que el crimen del joven fue agravado por el vínculo de noviazgo, y solicitaron que se extienda la prisión preventiva de Galarza hasta que la condena quede firme.

Rondoni Caffa explicó durante su alegato, ante los jueces del tribunal, Mauricio Daniel Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Cristina Vivian, que el arma con la que disparó Galarza estaba en buenas condiciones y que era imposible que se hayan producido dos disparos accidentales, como afirmó Galarza. Y sostuvo que “hubo una decisión para disparar, y los disparos fueron voluntarios y dirigidos”. En tanto, los abogados de las querellas, Ruben Virué en representación de la madre de Fernando, Silvia Mantegazza, y Juan Carlos Peragallo, letrado de Gustavo Pastorizzo, padre de la víctima, agregaron la alevosía como agravante. “Hubo un ocultamiento rozando la premeditación e intentando desviar la investigación. Hubo un estado de indefensión porque la víctima nunca se imaginó recibir un disparo y un aprovechamiento de actuar sin riesgos”, sostuvieron.

Al día siguiente, los abogados defensores José Ostolaza y Horacio Dargainz pidieron una pena máxima de cinco años de prisión por el delito de “homicidio culposo” y alegaron que existió “violencia de género” por parte de la víctima.

El homicidio de Pastorizzo, ocurrió el 29 de diciembre de 2017 alrededor de las 5:00. Horas más tarde, Galarza, confesó que fue la autora de los dos disparos que mataron al joven. Sin embargo, en una segunda declaración, el 16 de enero, aseguró que los disparos fueron accidentales. Sostuvo que en la primera declaración había mentido porque tuvo miedo de que culpasen a su padre policía, que era el dueño de la pistola 9 milímetros y que los disparos habían sido accidentales.

Para el fiscal Rondoni Caffa, que llevó adelante la investigación, esa hipótesis quedó descartada por los peritos que declararon durante el juicio.