El ex titular de la Unidad Especial Amia Mario Cimadevilla lamentó la decisión del fiscal Carlos Rívolo de no dar curso a la acusación contra el ministro de Justicia y otros funcionarios de esa cartera por "entorpecer la tarea de la querella" en la causa por el encubrimiento del atentado de la AMIA. Germán Garavano había sido cuestionado a raíz de la remoción de los abogados que representaban al Gobierno en aquella causa, una decisión que blindó a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, procesados por el encubrimiento. Cimadevilla, además, advirtió que el presidente de Boca Juniors y operador judicial de Cambiemos, Daniel Angelici, "tuvo una participación directa" en el cambio de rumbo. 

"Si se hubiera podido investigar la denuncia contra Garavano, se hubiese brindado, por lo menos, algo de transparencia", señaló ex titular de la Unidad Amia al lamentar la desestimación de su denuncia. Cimadevilla había denunciado en marzo a Garavano por abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público, por haber desistido la acusación contra los ex fiscales Mullen y Barbaccia. 

Cimadevilla había adelantado que los abogados de la Unidad Especial avanzarían en la misma dirección que el Ministerio Público Fiscal, que había solicitado ocho años de prisión para sus ex colegas, pero Garavano dio un volantazo, retiró los poderes a los abogados de la unidad conducida entonces por el ex diputado radical y nombró en su lugar al secretario del tribunal de disciplina de Boca Juniors, José Console, quien pidió la absolución de los ex fiscales.    

Según trascendió, el fiscal Rívolo consideró que el cambio de decisión de la querella se debió a razones de diferencias políticas entre la conducción de la Unidad Especial y el Ministerio de Justicia, y no a la presunta comisión de un delito por parte de Garavano. Cimadevilla reveló que el juez federal Luis Rodríguez no lo llamó a ratificar la denuncia, luego de que Julián Ercolini se la derivara, ni tampoco recibió notificación del cierre de la causa decidido el jueves pasado, pero respondió: "Se trata de ver si se cometieron o no delitos, no de cuestiones políticas".  

El ex titular de la Unidad Especial recordó, en diálogo con Radio 10, que "Argentina se había comprometido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a ser auxiliar y coadyuvante del Ministerio Público y no a ir en contra", al defender los motivos que lo llevaron a denunciar a Garavano, e insitió: "No acusamos a los ex fiscales porque nos apartaron de la causa". 

Cimadevilla —quien fue desplazado de su cargo en marzo— aseguró que existieron "maniobras tendientes a evitar la acusación de Mullen y Barbaccia" y puso en el centro de la escena al presidente de Boca. "Angelici tuvo una participación directa en el convencimiento de los abogados para que fueran a pedir la absolución", sentenció el ex diputado de Chubut, quien agregó: "A mí me consta que existen los operadores judiciales. A mí no me lo contaron, yo la ví".