El cabo primero Francisco Javier Pintos, acusado por el asesinato de Rafael Nahuel, fue indagado ayer durante varias horas por el juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva y la fiscal Silvia Little, y a pesar de la gravedad del delito que se le imputa salió del juzgado en libertad. Este integrante del Grupo Albatros de la Prefectura, que ingresó al territorio mapuche recuperado de Villa Mascardi el 25 de noviembre en un operativo en el que murió “Rafita”, como le decían al joven mapuche, negó haber disparado el fusil de donde salió la bala, según estableció el peritaje considerado “indubitable” por la Justicia. Y durante las cinco horas en que declaró repitió el libreto oficial, según el cual ese día hubo un “enfrentamiento armado”, es decir, fuego cruzado entre mapuches y “albatros”. En diálogo con PáginaI12, Alejandro Nahuel, papá de Rafael, lamentó que “el juez y la fiscal estuvieron frente al asesino, escucharon sus excusas para defenderse y lo dejaron irse. Esperábamos que fuera preso y queremos que le den perpetua porque se llevó la vida de Rafita, un ser humano de 22 años, por eso tiene que pagar”. Los abogados de la familia, Marcos Miguel y Estanislao Cazaux –que apenas fue convocado Pintos a indagatoria pidieron, sin éxito, su encarcelamiento– accederán hoy al video grabado durante la audiencia de ayer. 

“Lo que le sucede a esta familia es un doble homicidio, porque no sólo perdieron a su hijo, sino que tienen que soportar que lo acusen sin pruebas de haber estado armado, duele el doble”, dijo Cazaux a este diario. El abogado se refería no sólo a los argumentos que esgrimió ayer el prefecto acusado, sino también al peritaje sobre las muestras de pólvora que en primer lugar no había arrojado resultado alguno de las manos de Nahuel, y recientemente con las conclusiones provenientes del Ministerio Público de Salta indicó lo contrario. 

PáginaI12 le preguntó si el hecho de que Pintos permanezca en libertad indica que el juez dio crédito a su versión de los hechos, pero el abogado no quiso especular y destacó que Villanueva tiene diez días para resolver la situación procesal del prefecto, a quien le ordenó que no abandone Bariloche. Los mapuches al ver que salía en libertad arrojaron algunos huevos que impactaron en los escudos de los gendarmes y en las paredes del juzgado.

El imputado cabo de la Prefectura Naval negó haber disparado y contradijo así el determinante peritaje según el cual la bala extraída del cuerpo de Nahuel se corresponde con un subfusil MP5 que estaba a su nombre, de acuerdo al dibujo de estrías que pudo compararse con los proyectiles testigo. Ese arma estaba rotulada con el código 05-C335508, coincidente con el subfusil 335508 correspondiente a Pintos. Su abogado, Fernando Soto, repitió al sitio En estos días el argumento del Gobierno sobre la incursión armada ocurrida dos días después del desalojo de los mapuches de la Lof Winkul Lafken Mapu: los uniformados “fueron víctimas de una emboscada con armas de fuego”. Soto es director de Ordenamiento y Adecuación Normativa de las Fuerzas Policiales y de Seguridad, del Ministerio de Seguridad de la Nación. Según el portal barilochense, el prefecto introdujo una circunstancia que le será difícil probar: que no ingresó al territorio mapuche con ese arma y que, por ende, no la disparó. Pero no pudo explicar al magistrado y la fiscal porqué había faltantes de proyectiles en los cargadores del MP5. Y en su declaración puso ese subfusil MP5 en manos de su compañero de armas Juan Obregón. En un intento por salvar la contradicción que quedó ayer expuesta, la defensa de Pintos podría solicitar un nuevo peritaje, con la consecuente demora que esto implicaría en resolver la situación procesal del acusado.

La audiencia había comenzado poco después de las 10 y, afuera del despacho de Villanueva, María Nahuel, tía de “Rafita”, y un grupo de mapuches gritaban con un micrófono al imputado: “Sos un cobarde, declará la verdad Pintos asesino, contá cómo lo mataste a Rafa por la espalda”. Habían prendido fuego unas cajas y cartones para calentarse, tras el vallado colocado en el ingreso al juzgado. “Manga de capitalistas, ustedes son los terroristas dominados por el gobierno de un Presidente que sólo gobierna para los ricos”, agregó la mujer. Luego todos gritaron juntos: “Rafael Nahuel, presente, ahora y siempre, marichi wew” (cien veces venceremos). 

Por su parte, la defensa de Fausto Jones Huala y Lautaro González, los dos jóvenes mapuches que bajaron el cuerpo de Nahuel del cerro hasta la ruta mientras agonizaba, impugnaron el peritaje de detección de residuos de arma de fuego, ya que se comprobó que las muestras fueron contaminadas en el Centro Atómico Bariloche al momento de su análisis”, según comunicó la abogada Sonia Ivanoff. Junto a su colega Matías Schraer, presentaron una serie de escritos solicitando que se declare la nulidad de la orden de detención dictada por el juez Villanueva. “Esa orden se dictó luego de revocada la excarcelación pero sin que se haya definido la situación procesal de nuestros defendidos, algo que incluso la misma Cámara de Casación le ordenó a ese magistrado, y tampoco se respetaron las garantías de los imputados indígenas”, precisó la abogada.