El secretario general de la UOM Rosario, Antonio Donello, reiteró ayer la preocupación en el gremio metalúrgico sobre el panorama laboral y la actividad industrial del sector. “La situación es totalmente crítica: vivimos atajando penales todo el tiempo para que no echen a la gente”, advirtió. 

El diagnóstico se emparda con la misma sensación que campea en el gremio de la construcción, cuyo sindicato –Uocra- ya apeló a gestiones políticas para que al menos el Ejecutivo provincial tenga garantizada la continuidad de la obra pública en el segundo semestre. Por eso dirigentes de ese gremio pidieron la semana pasada a senadores del PJ que le aprueben al gobernador Miguel Lifschitz el pedido de endeudamiento externo de 500 millones de dólares para fondearse. De esa manera –aseguran- se evitaría poner en riesgo unos 15 mil puestos laborales de la construcción en Santa Fe. 

Distinto es el caso de los metalúrgicos, cuya actividad no depende tanto del Estado como sí de otras variables como el mercado interno y el comercio exterior. “Estamos realmente muy preocupados –admitió Donello-. Hay gente que desconoce, pero la cantidad de puestos de trabajo que están en riesgo permanente es terrible. Es una cadena que comienza con la inflación, sigue con la quita de poder adquisitivo a los trabajadores, continúa con la baja en el consumo y todo eso termina en la pérdida de fuentes laborales”, remarcó.

“Las fuentes laborales corren mucho riesgo. Tanto en el sector metalúrgico como en todos los gremios. Acá estamos permanentemente atajando penales para evitar que sigan echando gente. Estamos atravesando una situación crítica”, insistió.