Tras el renovado voto de confianza que obtuvo el jueves pasado el triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, uno de sus integrantes, se mostró confiado por el respaldo obtenido y hasta se animó a descartar la posibilidad de que algunos sectores sindicales expresen alguna disconformidad. Todo indica que el triunviro se equivocó. Ayer, el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, aseguró que “con la continuidad del triunvirato de la CGT, los más beneficiados son (Mauricio) Macri y (Jorge) Triaca”.

El Consejo Directivo se reunió el jueves y decidió, luego de más de tres horas de debate, darle continuidad al triunvirato y en vez de realizar un congreso sindical convocarán a un plenario de secretarios generales. En teoría allí deberá acordarse no sólo el respaldo a la conducción sino además elaborar un plan de acción que confronte con el modelo económico. Al menos es lo que sostuvieron algunos de los dirigentes que participaron del cónclave del jueves. En esa línea, Schmid indicó durante una entrevista radial que el plenario “tiene que estar relacionado con cómo se encara los problemas de la situación socio económica del país”. Incluso se mostró esperanzado que ese espacio también respalde la conducción y que será útil “siempre y cuando hagamos lo que tenemos que hacer”. No dio pistas de lo que debe hacer el triunvirato. 

Con respecto a la tarea que tiene el triunvirato hasta el próximo 22 de agosto, Schmid dijo que “lo que se abre es un contacto con todos los lineamientos que no se fueron nunca de la CGT y solo han mantenido una visión diferente”, dijo para luego sostener que “el panorama socio económico del país está obligando a todo el mundo a tratar de conciliar posturas y llevar adelante una síntesis de todas las posiciones que hay dentro (de la CGT). Discusiones hay siempre, sería horrible si no hubiera discusiones”, indicó.

En cuanto a la posibilidad de que haya sectores sindicales que se separen de la central obrera el dirigente se limitó a decir que espera que no ocurra y remarcó que “lo que sucedió hace pocos días (en referencia al paro nacional) es que todos hicimos un enorme esfuerzo, los que están en el Consejo Directivo y los que no están, en confluir juntos y esto fue una demostración contundente”.

Sin embargo, Pablo Moyano no comparte esa mirada. No sólo dijo que la continuidad del triunvirato beneficia al Gobierno nacional, también afirmó que “muchos estaban pidiendo una renovación de dirigentes”. Es más, advirtió que “muchos gremios se van a sumar a la oposición del triunvirato, si no es ahora será el año que viene o en 2020 que tengamos una CGT en defensa de los trabajadores”. Luego, dirigiéndose a Schmid que supo ser un aliado cercano a Hugo Moyano, el adjunto de camioneros afirmó sentirse sorprendido de que Schmid “siga al lado de los dirigentes que aprobaron la reforma laboral con (Carlos) Menem y que ya casi tienen arreglada la reforma laboral con Triaca”, agregó. 

Moyano hijo junto a una serie de gremios aliados se sumó hace una semana al grupo que conformaron la UOM, Smata junto a un sector importante de la Corriente Federal de los Trabajadores, el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y un racimo de gremios que se desprendieron de las 62 Organizaciones. Este sector, que se conoce como “no alineados” no descarta competirle a gordos e independientes la conducción de la CGT. La decisión de no realizar el congreso en agosto dilató los tiempos pero no los planes de este sector que el triunvirato deberá contactar en el marco de lo acordado en el Consejo Directivo de este último jueves.