En el Centro Comunitario Belén, en el barrio San Atilio de José C. Paz, 350 chicos desayunan y almuerzan, o almuerzan y toman una merienda, como parte de un proyecto más extensivo de educación popular. Son niños en edad preescolar y otros que van a contraturno del colegio, de hasta 12 años. El Centro tiene además una radio comunitaria. Para sostener el comedor recibe becas de la provincia. En 34 años de historia el Centro armó una relación de confianza con los proveedores y trabaja en red con otras organizaciones, lo que suma estabilidad. Pero este martes, aprovechando que un festejo de aniversario reunió a madres y padres, la coordinadora Ramona Insaurralde le pidió a los adultos “mantenerse unidos frente a los tiempos que vienen”. Recordó expresamente las crisis de 2001 y 1989 como episodios que dejaron una marca en la historia barrial.

“Los chicos hoy vienen con hambre”, contó a PáginaI12. “Estamos preparando más cantidad de comida porque comen todo lo que le damos. Antes no todos tomaban la leche porque ya habían comido algo en su casa, pero hoy no sobra nada. Llegan y ya preguntan cuánto falta para comer, por eso vemos que la noche anterior comieron poco o tal vez no comieron. Nosotros, al estar organizados como red, podemos seguir bancando un menú variado, aunque la verdad es que más restringido. Por ejemplo, hasta marzo un día a la semana que hacíamos carne al horno, y ya no lo podemos hacer más. La provincia aumentó el monto de las becas, que pasaron de 1000 a 1200 pesos, pero los precios también aumentaron”.

Silvina Vivas, una de las educadoras, apunta que los chicos “piden tomar más leche y comen todo lo que les ofrezcas. Al mediodía pasa lo mismo con el almuerzo, y quieren llevarse el postre para la hermanita o la mamá. Esos son los indicadores de la situación por la que pasan. Nosotros dábamos una vianda a unas pocas familias que estaban en situaciones especiales. Ahora, otros padres que vieron esto nos preguntan si también podemos ayudarlos, porque quedaron sin trabajo”.