A 8 meses de la desaparición del ARA San Juan, los familiares de los 44 tripulantes a bordo del submarino encabezaron una marcha desde el Congreso hasta Plaza de Mayo para denunciar la responsabilidad del Gobierno, al que le exigieron que reanude la búsqueda de la nave. “Sentimos un abandono desde el primer minuto”, aseguran los familiares que evidenciaron, además de la falta de respuestas, la insensibilidad oficial con respecto al tema.

“Por ahora no tenemos ninguna novedad, el ministro de Defensa (Oscar Aguad) se desentendió y nos entregó a nosotros y a la Armada para que analicemos los pliegos para la contratación de la empresa”, expresó Lourdes Melián, hermana de David Melián, desde la Plaza de Mayo, donde los familiares acampan desde hace 19 días para pedir que el Estado investigue las causas y retome la búsqueda de los tripulantes. A pesar de que dejaron de cobrar los salarios de los tripulantes desaparecidos, las familias todavía no tienen noticias sobre futuras pensiones, ni el monto ni la fecha de cobro.

Julio Martín Mancini

Como habían anticipado en conversación con este diario los familiares del ARA en pleno acampe, el gobierno nacional “por razones de oportunidad, mérito y conveniencia” dejó sin efecto la resolución del 8 de febrero pasado, donde se establecía una recompensa de 98 millones de pesos para quienes aportaran datos que pudieran contribuir a encontrar la embarcación.

En aquella resolución, firmada por Aguad, se afirma que la recompensa “no ha logrado cumplimentar su objetivo último”, a pesar del “esfuerzo denodado del Estado Nacional para coordinar y aunar las acciones tendientes a obtener información certera, precisa y veraz que permitiera determinar con precisión la ubicación” del ARA San Juan. “El Gobierno no hizo nada para solucionar la situación de los 44 tripulantes, salvo extender en el tiempo el tema porque nunca quiso hacer las cosas rápidas para que se sepa la verdad”, denunció entonces Yolanda Susana Mendiola, madre del cabo primero Leandro Fabián Cisneros, sentada en la carpa que levantaron, junto con otros familiares, a metros de la casa de gobierno.

Julio Martín Mancini

El submarino perdió contacto el 15 de noviembre del año pasado, mientras navegaba desde Ushuaia hacia Mar del Plata. La última comunicación fue a la altura de la costa de Chubut. Desde ese momento las autoridades no han podido dar ninguna precisión sobre el destino de la embarcación. Sólo se sabe que un organismo internacional detectó una explosión en esa zona el día de la desaparición. Varios barcos de procedencia internacional colaboraron en la búsqueda entre fines de 2017 y comienzos de este año, con resultados nulos.

Durante estos meses Aguad tuvo incómodos encuentros con los familiares de la tripulación en la base de Mar del Plata. La relación se tensó todavía más una vez iniciada la Comisión Bicameral investigadora, instancia en la que los familiares cruzaron directamente a Aguad. A fines de junio, cuando empezó el acampe con el que reclaman al Gobierno que acelere la contratación de una empresa que continúe con la búsqueda de la nave, los familiares expresaron que el ministro les había hecho explícita su indiferencia: "Dijo que no le perjudicaba en nada que nos quedáramos. No le afecta que estemos tomando frío, pareciera que no tiene corazón ese hombre".