No salió campeón. Pero rozó el mejor momento de su carrera deportiva como abanderado de Croacia, selección que por primera vez en su historia llegó a la final de un Mundial, y fue elegido Balón de Oro (el de Plata recayó en el belga Eden Hazard y el de Bronce fue para el francés Antoine Griezmann).  Lo cierto es que tras su gran actuación en Rusia, Luka Modric enfrentaría a un rival inesperado: la Justicia de su país, que no usa pantalones cortos, pero bien podría salir con los botines de punta por un caso de corrupción que salpica al talentoso croata, que tuvo una gran temporada en Real Madrid a la sombra de CR7 y que ganó brillo propio como subcampeón con Croacia. 

Modric capitaneó a los balcánicos hasta el último partido de la Copa del Mundo que culminó ayer. Fue el capitán, el 10, la brújula, líder y alma del equipo de Dalic, a pesar de perder 4-2 la final con Francia. Con tres alargues en sus espaldas, el mediocampista llegó a la final y corrió más que nadie en un deporte donde los profesionales son cada vez más fornidos y altos: fueron 63 kilómetros atacando, defendiendo, dando asistencias y marcando goles. “No hace falta ser corpulento para jugar al fútbol”, se reivindicó Modric, que mide 1,72 metro y cuando niño fue expulsado de un club precisamente por su estatura. “Tuve un camino difícil en la vida, pero lo importante es no ceder. Siempre tienes que creer en ti mismo. Hay que luchar contra los problemas para llegar al éxito y alcanzar los sueños”, dijo el crack de 32 años, quien en su infancia vivió la guerra de los Balcanes entre sonidos de bombas y fusiles y hasta padeció el asesinato de su abuelo. Al igual que su rival de ayer, el campeón Mbappé, otro que a su modo también creció en un ambiente hostil, aunque contenido por su familia.

Señalado para acabar con el reinado Messi-Cristiano en la disputa anual por el Balón de Oro, Modric ahora es ídolo nacional en ese país de poco más de 4 millones de habitantes. Pero el brillo ganado en Rusia se podría opacar porque el jugador fue acusado de falso testimonio al mentir en el juicio por malversación de fondos contra Zdravko Mamic, ex directivo del Dinamo Zagreb, ya condenado a seis años. El propio Modric podría pasar 5 años tras las rejas. Toda una mácula para este pequeño gigante de la pelota.