Dice que Daniel Scioli “es una mala persona” y que en 2015 jugó con Mauricio Macri a Presidente porque “en ese momento me parecía mejor”, según declara ante PáginaI12 Osvaldo Marasco, que además de una inmobiliaria dirige un taller para tratar la fobia y la ansiedad. Verborrágico, Marasco sin embargo frena cuando no recuerda un detalle con precisión. Es de esa rara especie que responde “no sé” si no sabe algo. Pero hay algo que sí conoce bien: cómo se montó el sistema del PRO en la provincia de Buenos Aires para ponerles nombres y apellidos a los aportes de campaña sin que esas personas lo supieran.

“Yo mismo figuro con 50 mil pesos de aporte en el 2015, y no los puse ni hay ningún documento donde figure la transacción, que por supuesto tampoco es parte de mi declaración jurada correspondiente”, dice Marasco a este diario.

El empresario se puede convertir en una pieza clave de las causas judiciales en marcha porque fue candidato a intendente de Ituzaingó, una pelea que perdió con el peronista Alberto Descalzo. 

Después de la primera investigación del periodista Juan Amorín en El Destape, y del aluvión de aclaraciones que partió de la gente que quiere despegarse de cualquier delito, ya trabajan en el tema los fiscales Jorge Di Lello y Carlos Stornelli y los jueces Sebastián Casanello y Ernesto Kreplak. 

La senadora bonaerense de Unidad Ciudadana María Teresa García pidió una pesquisa judicial por los presuntos delitos de lavado y usurpación de identidad, entre otras infracciones al Código Penal. Lo mismo hizo La Alameda, que conduce Gustavo Vera.

El jueves, tal como publicó PáginaI12, la gobernadora María Eugenia Vidal descalificó el escándalo con dos argumentos. Uno, que se trataba de “denuncias kirchneristas”. Otro, que la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos tiene lagunas. 

Vidal habló en General Villegas después de permanecer callada durante 23 días, porque un periodista le hizo la pregunta pertinente. No sonrió ni usó su estilo suelto. El video de la conferencia de prensa muestra a una Vidal nerviosa, adusta y titubeante.

La gobernadora no dijo que las denuncias provinieran de mentiras ni que fueran ellas mismas una mentira.

La ex diputada Margarita Stolbizer, insospechable de una sola gota de kirchnerismo en sangre, la criticó el domingo en PáginaI12. Dijo en una entrevista que “a esta altura pretender que lo que nos pasa es culpa de alguna laguna de la ley, no”. Y añadió: “Es por irresponsabilidad, deshonestidad y porque se violan las normas”.

Tres niveles

Todo parece venir del Oeste. “Con poca distancia entre uno y otro vivimos Margarita, yo, el intendente de Morón Ramiro Tagliaferro y María Eugenia antes de ser gobernadora y separarse”, informa Marasco.

Marasco asegura que las cosas malas suceden cuando “hay gente anestesiada”. Según él “hubo anestesia para no ver cosas malas que hacía el gobierno anterior y hay anestesia en gente que no quiere ver cosas de este gobierno, como el intento de designar jueces en la Corte Suprema por decreto y el permiso para que los familiares de los funcionarios hayan podido entrar en el blanqueo”.

“Yo sé que cualquier irregularidad es cosa de Pulgarcito al lado de lo que todos los argentinos terminamos pagando por el desastre de las Lebac, pero no quiero dejar pasar el robo de identidades para truchar el dinero de la campaña electoral”, señala. “Los que desde el oficialismo quieran decir que lo que afirmo no es verdad, que presenten las declaraciones juradas de 2016 y, en el PRO, los recibos numerados. Van a ver que no hay recibos míos, porque yo no participé de todo eso. Y les hago una advertencia: traten de no mentir.”

Los datos que ya obran en poder de la Justicia revelan la existencia de un modus operandi con tres niveles de usurpación de identidad:

  • Los beneficiarios de planes sociales, con detalles biométricos supuestamente tomados de bases de datos del Ministerio de Desarrollo Social y del Anses.
  • Personas de clase media como docentes. Este diario publicó un caso el viernes, justamente de General Villegas.
  • Concejales del PRO en toda la provincia y candidatos. Los lectores ya conocen el ejemplo de Roberto Daniel García, concejal de Avellaneda que perteneció durante 14 años a la estructura territorial del PRO. Sería también el caso de Marasco y de dirigentes como Jorge Mas, candidato a intendente UCR-Cambiemos de Pehuajó.

Según Marasco, ese armado se montó porque había que buscar nombres para justificar “una parte de la plata grande, la que el PRO declaraba haber gastado”. Esa “plata grande” venía de empresas importantes.

Plata grande

“Ahí está Roemmers, el laboratorio, que apoyó a Macri”, dice Marasco. “Si no que lo desmienta el directivo Eduardo Macchiavello. El yerno, Gastón di Castelnuovo, estaba en la lista mía de concejales.”

Nuevo referente del PRO en Ituzaingó después de Marasco, di Castelnuovo se presenta así: “Antes de involucrarme en mi actual función, estudié la carrera de Técnico Superior en Administración y Producción Agraria en el ISEA (Sociedad Rural Argentina) y despúes Martillero Publico, Corredor (mobiliario e inmobiliario), Administrador de Consorcios y Tasador en la UCA (Universidad Católica Argentina) y trabajé en el ámbito privado en el rubro inmobiliario”.

Según Marasco Macchiavello trataba con el actual vicejefe del gobierno porteño Diego Santilli y con el actual intendente de Vicente López Jorge Macri, que antes de la postulación de Vidal quiso ser candidato a gobernador. El lugar importante eran las oficinas que utilizaba Jorge Macri en Libertador 135, en los pisos superiores del edificio.

“Hay que ubicarse en esa época, cuando nadie se imaginaba que el PRO podía poner el gobernador”, recuerda Marasco. “Ni Jaime Durán Barba. Jorge dominó siempre el partido PRO. Y el dinero. Todos saben cómo es. En ese momento también estaba Edgardo Cenzón, que controlaba Espacio Público en la intendencia de la CABA, desde donde se convocan las licitaciones para recolección de basura o para alumbrado. Alex Campbell estaba en una segunda línea. Yo venía por una relación con Marcos Peña. María Eugenia Vidal, que en una época también iba mucho a las oficinas de Libertador 135, era la que habilitaba ñoquituras, para llamarlas de alguna manera, mientras Jorge atendía lo relacionado con la plata fuerte. Así, entre otras cosas, se les pagaron 400 pesos de 2015 a cada uno de los fiscales en la provincia de Buenos Aires.”

AYSA

Cenzón recaló en el gobierno bonaerense de Vidal nada menos que como ministro de Infraestructura y Servicios Públicos pero estuvo menos de un año. Hoy ocupa ese lugar Roberto Gigante. Lo acompaña como director provincial de Aguas y Cloacas Martín Heinrich, ex director general de AYSA. Vidal también teje sus propias relaciones. En palabras de Marasco: “Esta chica conoce todos los pormenores de la campaña y las suciedades del PRO”.

Otro personaje que llegó a La Plata con viento de cola desde el Oeste es Facundo Echeverría, que se hizo famoso por participar en el programa “Cuestión de peso”. Goza de la confianza absoluta de Vidal para cuestiones internas de Ituzaingó y fue designado director provincial de Relaciones Interjurisdiccionales del Ministerio de Seguridad. Tuvo otro momento de fama en su vida cuando acompañó al ministro Cristian Ritondo a Olavarría, en 2017, para entregar equipos de seguridad al intendente Cambiemos Ezequiel Galli y escucharlo cuando se jactó del nivel de prevención de la fiesta que se celebraría unos días después. Se refería al recital del Indio Solari que terminó con dos muertos y quedó en la historia de los conciertos masivos como un fracaso logístico.

“Vidal quiso meter a ese chico en la lista, a Facundo, que era muy amigo de Tagliaferro y de la barra de Huracán, pero yo vi que su documento estaba mal y no quise aceptarlo”, dice Marasco. 

Otros sí entraron en las listas junto a Gastón di Castelnuovo. Fueron José Luis Sánchez, Ana de Benedetto, Gabriela Velardi, Ricardo Belando y Paola Traverso. 

Conclusión de Marasco sobre Vidal: “Es trabajadora. Brava. Y nunca es ella misma la que toca la plata”.

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La lista de supuestos aportes de Ituzaingó registrada en la Justicia electoral.