Una de las integrantes del grupo Pussy Riot, conocido por sus acciones de protesta contra el Kremlin, fue condenada hoy a quince días de arresto por invadir ayer el estadio Luzhnikí durante la final del Mundial.

La joven Veronika Nikúlshina, quien había sido acompañada por otras dos mujeres y un hombre, saltó al campo durante la segunda parte del partido entre Francia y Croacia, que terminó con victoria del equipo galo (4-2).

Pussy Riot saltó a la fama en 2012 cuando dos de sus integrantes fueron condenadas a dos años de cárcel por interpretar una canción punk contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en el principal templo religioso del país, la catedral de Cristo Salvador de Moscú.EFE

Las cuatro personas, que ayer invadieron el campo de juego en el minuto 53, fueron rápidamente controladas y retiradas por agentes de seguridad, tras lo cual continuó el juego.

Los intrusos, vestidos con uniformes, en ningún momento intentaron agredir o abrazar a los jugadores en el terreno de juego.

Minutos más tarde del incidente, el grupo afirmó, en las redes sociales, que sus miembros habían protagonizado la protesta. Representaban "policías celestes que vigilan a los hinchas del Mundial (...) y el respeto de las reglas de juego", a diferencia de los "policías terrestres" rusos que "dispersan las manifestaciones" y "lastiman a todo el mundo", según Pussy Riot.

Pussy Riot explicó que pretendía llamar la atención sobre los presos políticos de Rusia, y reclamar especialmente la liberad del director de cine ucraniano Oleg Sentsov, de 42 años, condenado por el Poder Judicial ruso por "terrorismo" y "tráfico de armas".