A días de cumplirse un año de la desaparición de Santiago Maldonado, la Ciudad de Buenos Aires amaneció empapelada de afiches con el rostro del joven y la pregunta “¿Dónde termina el camino de Santiago?”.

Los afiches muestran los ojos del joven que había ido hasta la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, en Esquel, para apoyar la causa de las comunidades originarias que buscan recuperar sus tierras ancestrales. El 1º de agosto, la Gendarmería desalojó de manera violenta una protesta de la ruta 40 y a partir de entonces no se volvió a saber nada de Santiago hasta que se cuerpo apareció el 17 octubre, sumergido en el río Chubut. La causa fue caratulada como desaparición forzada seguida de muerte.

La mirada de Santiago se volvió un símbolo en carteles y pancartas en cada manifestación que se hizo para pedir primero por su aparición con vida y luego por justicia.