Dos meses después de su última conferencia de prensa, después de la corrida cambiaria que llevó el dólar a 30 pesos, después de la salida de dos ministros y el presidente del Banco Central, y con la inflación más alta en los últimos 25 meses, el presidente Mauricio Macri esquivó dar precisiones ante la docena de preguntas que le hicieron en la Quinta de Olivos, calificó la actual crisis económica como una "tormenta" que "no puede terminar en una crisis similar a la del pasado". Macri volvió a defender la decisión de no detener la baja de retenciones al campo, mientras que se desmarcó de responder sobre el impacto de la suba de tarifas en los salarios. Respecto de los despidos masivos en la agencia Télam, el Presidente sostuvo que fue un problema de "superpoblación", mientras que ante la consulta por los aportantes falsos en la campaña bonaerense de Cambiemos, el mandatario se escudó en los anuncios hechos poco antes por la gobernadora María Eugenia Vidal y reiteró el libreto de modificar la ley de financiamiento para buscar más transparencia, a pesar de las violaciones a la ley vigente denuncias ante la Justicia.

El Presidente abrió la conferencia con un análisis general de la crisis económica que atraviesa su gobierno en el que reunió todas las respuestas reiteradas por los funcionarios de Cambiemos para desligar las responsabilidades de sus decisiones: "Hay cosas que no dominamos", "los problemas que heredamos del gobierno anterior y de décadaa anteriores" y "enfrentar al mundo volátil en el que vivimos" fueron los latiguillos utilizados para describir "la tormenta". Al momento de las soluciones a la crisis, Macri volvió a defender el acuerdo con el FMI como una herramienta que da "fortaleza" al país y calificó al ajuste como "esfuerzo correcto", aunque tuvo que reconocer que "el crecimiento va a disminuir". 

"Queda claro que, por más que no haya sido tan fácil como pensamos al principio", abrió Macri la respuesta respecto de la inflación, en referencia a aquella promesa de campaña en la que aseguraba que para su gobierno sería "lo más fácil", pero insistiendo en que la culpa fue de otros: "la historia", "la inflación incubada del cepo", "la tormenta cambiaria". Fuera de libreto, la conferencia de prensa en Olivos se realizó con el dato fresco del Indec respecto de la inflación del 3,7 por ciento registrado en junio, con un acumulado anual del 30 por ciento, pero el mandatario continuó repitiendo su discurso: "Es el objetivo principal."

La reiteración de la promesa la ató a que "es parte del acuerdo con el FMI" y confió en que el índice caerá 10 puntos para el próximo año, o sea, para cumplir con el 17 por ciento pactado con el fondo. La pregunta no convenció a los periodistas presentes y se repitió con la consulta de si el Gobierno pensaba modificar las expectativas inflacionarias pactadas en el acuerdo por el préstamo stand-by. Macri no respondió y volvió a señalar afuera de la Casa Rosada: "La discusión del Presupuesto que viene es importante. Si logramos un 1,3 por ciento de déficit fiscal para el años que viene vamos a estar mucho más cerca del equilibrio que nos baje la inflación y nos haga más fuerte."

Respecto de esa negociación que el Gobierno mantiene con los gobernadores provinciales, Macri se apoyó en la reunión que mantuvieron horas antes de la conferencia de prensa los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Interior, Rogelio Frigerio, para acordar con algunos ministros de Economía provinciales el reparto del ajuste fiscal. "Hay un par de temas que se están dialogando y ese diálogo seguirá con diputados y senadores", fue todo lo que precisó el mandatario, que confió en la voluntad de la oposición para votar el Presupuesto que el Gobierno necesita para cumplir con el FMI.

Ante la consulta si se evalúa modificar algunos puntos del acuerdo con el FMI, Macri no respondió respecto de la suspensión de la deducción de Ganancias, votada en la la reforma fiscal, y la ató a la negociación con las provincias, pero sí ratificó el acuerdo con los productores agropecuarios para no desacelerar la baja de retenciones a la soja, algo recomendado incluso por el FMI. "La economía está orientada a la exportación. El gobierno anterior tenía una política equivocada de cubrir los gastos con impuestos a todos los que exportaban", apuntó Macri y señaló que "lo que tienen que pagar todos los argentinos es el Impuesto a las Ganancias, para compartir con todos los argentinos que no han tenido tanta suerte". 

El mandatario no mostró el mismo énfasis al ser consultado sobre la posibilidad de moderar los tarifazos de los servicios de luz, gas y agua y del transporte para cuidar el impacto sobre el salario en un momento de recesión económica. "Esa es una pregunta más para el ministro de Economía que para mí", se desligó el Presidente y luego sostuvo que "durante  estos años hemos cuidado el salario de los trabajadores" y agregó que "las paritarias continúan siendo libres", a pesar del techo del 15 por ciento fijado a inicio de año y luego subido por decreto al 20 por ciento.

Además, Macri volvió a hacer una excepción sobre los salarios de los empleados públicos para los que aseguró que no habrá acuerdos atados a la inflación sino a los recursos estatales e insistió en la lógica del ajuste: "Tenemos un Estado que ha gastado más de lo que tiene". Sobre la posibilidad de una nueva ola de tarifazos, el mandatario volvió a reírse de los "Macritips" que se viralizaron por las redes y aseguró que han servido para "consumir la energía necesaria" y que "las tarifas a fin de mes no sean tan duras".