El anestesiólogo de La Rioja Facundo Segovia Barcena lo dijo clarito en su Facebook, después de la media sanción de Diputados: si se aprueba la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo, en su guardia va a practicar legrados sin anestesia. Es decir, anunció que está dispuesto a torturar a las pacientes que caigan en sus manos. Aunque las autoridades sanitarias de la provincia anunciaron el 15 de junio que lo desvincularían del Hospital de la Madre y el Niño, donde se desempeña, Segovia Barcena, sigue firme en su puesto.

Integra además la Comisión Directiva de la Asociación de Anestesiólogos de La Rioja. 

Su continuidad en el mismo hospital, tal como viene informando PáginaI12, la confirmó en el plenario de comisiones del Senado, la jefa de Medicina Legal de ese centro de salud, Verónica Vergara de La Fuente, ante una pregunta de la senadora santafesina del FpV, María de los Ángeles Sacnun. “Fue una declaración desafortunada que ha tenido que ver con el impacto” que le produjo la media sanción de Diputados del proyecto de despenalización y legalización del aborto, dijo Vergara de la Fuente, quien fue subsecretaria provincial de Políticas Públicas entre 2014 y 2015. Fue “un poquito desproporcionada”, evaluó la médica legista. Vergara es objetora de conciencia y se encarga de obstaculizar los pedidos de aborto no punible en el Hospital de la Madre y el Niño, tal como denunció este diario. Niega que el aborto sea en La Rioja “un problema de salud pública”, aunque entre 2012 y 2016, se registraron 2888 internaciones por complicaciones de aborto solo en el sector público de esa provincia, de acuerdo con las estadísticas oficiales.

En ese mismo hospital su director ejecutivo, Francisco Sosa, intimó a ratificarse o rectificarse a la médica Paula Juárez, de la Terapia Intensiva, quien informó en una entrevista con PáginaI12 sobre la realidad de los cuadros que ve en su servicio de mujeres que llegan con complicaciones graves de abortos. 

Cuando la declaración de Segovia Barcena se difundió por redes sociales y en medios, el 15 de junio, el Ministerio de Salud de la gobernación de La Rioja, informó a través de un comunicado de prensa su “repudio institucional ante declaraciones de un profesional de la salud” y aseguró que “La Rioja garantiza los derechos de género”. Pero lo más importante fue que anunció, en ese texto, que había resuelto “desafectar de manera inmediata al profesional del hospital materno y elevar comunicación a la Asociación de Anestesia de la provincia, Consejo de Médicos y Colegio Médicos de la provincia”. 

Más adelante, el comunicado de prensa seguía: “La ministra de Salud, Judit Díaz Bazán, el subsecretario Luis Bazán, el director ejecutivo del Hospital Materno, Francisco Sosa y la directora médica Liliana Galleguillo le dicen NO (sic) a la violencia obstétrica institucional”.

Pero el anuncio no fue más que eso: un anuncio, mentiroso.