Un alerta epidemiológico del propio gobierno nacional confirmó la versión que ayer por la tarde recorría los pasillos de los hospitales Gutiérrez y Elizalde, ambos de niños muy pequeños: se detectaron dos nuevos casos autóctonos de sarampión, uno proveniente de la Ciudad de Buenos Aires y el otro de jurisdicción bonaerense. Sumados al que ya había sido detectado en abril, también autóctono (este último vinculado a un caso importado) alcanza a la cifra de tres. Y se trata de los primeros casos autóctonos en el país desde el año 2000. “Hay una población susceptible tal que amerita una campaña extra. Debió hacerse en 2017 pero sigue retrasada”, aseguró a PáginaI12 Nicolás Kreplak, ex viceministro de salud de la Nación y presidente de la Fundación Soberanía Sanitaria. El residente en la CABA es un niño de 5 meses, y el de la provincia, una niña de 6 meses. 

“Los dos afectados con sarampión son de 6 meses y menos, es decir no podían vacunarse. Es por eso que la vacunación del resto de la sociedad los hubiera protegido de enfermarse y es por eso que es una política pública que no puede desatenderse”, agregó Kreplak.

Los dos nuevos casos se conocieron a media tarde de ayer, y por la noche fueron confirmados con un alerta específico de las autoridades de Salud de Nación. 

El texto del alerta sostiene que “En el día de la fecha (por ayer) se recibe la confirmación de 2 casos de sarampión asistidos en Ciudad de Buenos Aires. Ante esta situación y el contexto epidemiológico global, el Ministerio de Salud de la Nación insta a los equipos de salud a verificar el estado de vacunación de la población, sensibilizar la vigilancia epidemiológica de enfermedad febril exantemática y responder rápida y adecuadamente frente a la identificación de casos sospechosos.

Según el alerta, los casos confirmados “fueron notificados por dos efectores públicos de la Ciudad de Buenos Aires. Caso 1: Niño de 5 meses, residente de la Ciudad de Buenos Aires, que inició exantema 12/7. Caso 2: Niña de 6 meses, residente de provincia de Buenos Aires, que inició con fiebre y exantema el 13/7. Ambos casos presentaron clínica compatible (fiebre, exantema, tos y conjuntivitis), a la fecha con buena evolución”.

De acuerdo con los especialistas, el sarampión es una enfermedad viral aguda, que puede ser muy grave y altamente transmisible. Tiene un período de incubación entre 7 a 21 días (promedio 14). Luego de la incubación del virus, los primeros 2 a 4 días (período prodrómico) se evidencia la aparición de fiebre alta, secreción nasal, conjuntival y tos (triple catarro), manchas blanquecinas en boca y cara interna de las mejillas (manchas de Koplik). Posteriormente aparece un exantema cutáneo, maculopapular, confluente (erupción que no se eleva por encima de la superficie de la piel de color rojizo) que se inicia en cara y cuello y desciende a tronco y extremidades. Se transmite principalmente a través de secreciones nasales o faríngeas, por vía respiratoria (tos o estornudos). El período de mayor transmisibilidad se da entre los cuatro diìas previos y los cuatro diìas posteriores al inicio del exantema. 

Las indicaciones de los especialistas sostienen que la forma de prevenir la enfermedad es mediante la vacunación adecuada, la vacuna triple viral (SRP: Sarampión, Rubéola, Paperas), incluida en el calendario nacional gratuito y obligatorio y debe ser aplicada a los 12 meses de vida y al ingreso escolar (5 ó 6 años). Deben recibir esta vacuna también el personal de salud, viajeros, contactos de niños y adultos inmunosuprimidos y de menores de un año que aún no pueden ser vacunados. Al ser una vacuna a virus vivo atenuado no la podrán recibir menores de 6 meses, embarazadas, pacientes transplantados o con alteraciones en la inmunidad. Los niños entre 12 meses y 5 años de vida, deben acreditar al menos una dosis de esta vacuna y las personas entre 5 y 50 años (adultos nacidos a partir de 1965) deben acreditar al menos dos dosis. 

Pero no es lo que está sucediendo. 

Según denunció Kreplak, “la última campaña extra se realizó en 2014. Se debió realizar otra en 2017 pero sigue retrasada.”

“Se trata de los primeros casos autóctonos en el país desde 2000, siendo una región declarada libre de sarampión en 2016. La vacuna tiene una falla primaria del 15 por ciento y sumado a los que no se vacunan ya hay una población susceptible tal que amerita una campaña extra (cómo se hizo en 2014). Esta debió hacerse en 2017 pero continúa retrasada. Este problema se suma a las fallas en la provisión de vacunas e insumos descartables que denunciaron varios ministros y todos los directores de los programas de inmunizaciones del país.”

Para ejemplificar la necesidad de la política pública de vacunación, Kreplak sostuvo que “los bebés afectados con sarampión por su edad no podían vacunarse, lo que reafirma la importancia de la vacunación del resto de la sociedad, que los hubiera protegido de enfermarse. Está es una  política pública que no puede desatenderse. Es muy importante destacarlo: no se puede realizar ajuste en el sistema de salud. Las consecuencias son terribles”.