El Ministerio de Hacienda sinceró esta tarde la "tormenta perfecta" de la política económica del Gobierno y redujo las expectativas de crecimiento para el 2018 a un rango de entre 0,5 y 0,6 por ciento. El anuncio lo realizó el secretario de Política Económica, Guido Sandleris, poco después de que el Indec difundiera el derrumbe de la actividad económica en mayo, que cayó un 5,8 por ciento en la comparación interanual. 

El funcionario de Hacienda señaló a la sequía como el factor que impactó para registrar en el quinto mes del año, el mayor derrumbe de la actividad económica en la era Cambiemos, mientras el presidente Mauricio Macri recorría la exposición de la Sociedad Rural junto al ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y ratificaba su compromiso de no detener la baja de retenciones a la soja. 

El hombre del equipo de Nicolás Dujovne utilizó el abanico de eufemismo climáticos para adjudicar a la mala cosecha del campo y la corrida cambiaria la necesidad de sincerar la reducción del crecimiento. El Congreso aprobó, con el respaldo del peronismo federal, en diciembre pasado un Presupuesto que estimaba un crecimiento de 3,5 por ciento para el 2018. A fines de mayo, tras la corrida cambiaria, las consultoras privadas redujeron esas expectativas al 1,5 por ciento. Dos meses después, con el ajuste fiscal exigido por el FMI en marcha, Hacienda sinceró que el crecimiento rondará entre el 0,5 y 0,6 por ciento. 

"La baja del 35 por ciento del agro explica el 5,76 por ciento de la caída de mayo", sostuvo Sandleris durante una conferencia de prensa en el Ministerio de Hacienda. Las cifras del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), difundidas poco antes por el Indec, muestran también una caída en la comparación con abril pasado (desestacionalizada) del 1,4 por ciento. 

La caída de la actividad económica interanual es la más brusca registrada en la era Cambiemos, solo cercana al 4,9 por ciento en junio de 2016, el peor año económico de la alianza gobernante, frente a las bases comparativas de 2015. Para encontrar un registro de actividad tan bajo hay que remontarse hasta julio de 2009, cuando los coletazos de la crisis internacional del año anterior impactaron en la Argentina.