¿Comparado con otras épocas, cree que el mundo actual está interesado en la música?

– Vivimos en una era diferente, todo el mundo está demasiado metido en los celulares, en las pantallas. Tal vez era mejor treinta años atrás, cuando todos escuchábamos música solo cuando volvíamos a casa, o cuando manejábamos el auto. Ahora la música está accesible todo el tiempo, pero en un segundo plano: el protagonismo es de los celulares y de las computadoras. Sin embargo todos necesitamos música. Nos pasa a nosotros y a los que vivieron antes. Porque sin música estaríamos completamente insanos. Quiero decir, ¿alguien puede imaginar el mundo sin música? ¿Cómo nos enfrentaríamos a todo lo terrible sin la música, sin películas, sin libros, sin arte? No tendríamos cultura, y por tanto no tendríamos esa forma de asimilar todo lo que nos preocupa, nos angustia, nos causa temor. La música es una necesidad en la vida, sin ella nos volveríamos locos.

–Con música y todo, el mundo no parece estar en su mejor momento…

–Mucho más que eso. Mire mi país: aquí han puesto niños en jaulas. Estamos muy avergonzados. Nuestro presidente no representa al pueblo americano. Nosotros no pensamos así, quiero que lo sepa. A Donald Trump lo vemos como a un dictador. Es como un Hitler después de Hitler. Está causando mucho dolor y sufrimiento al mundo. Tenemos como presidente a un maniático al que no le importa nada de lo que otros digan. La mayoría de la gente en Estados Unidos no piensa como él, el pueblo americano no piensa así. Es Trump, no es América. Y estamos preocupados por lo que puede pasar, por lo que está generando. Porque hay un grupo de gente que lo ama, y ese grupo ama las armas también. Esto puede terminar muy mal.