“Nuevo Cine Cordobés” es el término que se utiliza para describir el fenómeno de los cineastas de esa provincia que llevan varios años produciendo allí. ¿Es cierto que el nombre no le gusta a Rosendo Ruiz? “No me disgusta, tampoco”, responde el cineasta. “Sé que por ahí se van creando títulos para tratar de identificar movimientos y lo cierto es que a partir de 2010 algo sucedió, por lo cual toda una generación estamos produciendo más cantidad de películas. Antes de ese año, muy esporádicamente algún director filmaba una película que no trascendía mucho. Y es real”. El director aclara: “No sé si es nuevo, viejo, si es cine cordobés o de no sé qué, pero a todo este grupo de realizadores de Córdoba hay algo que nos une, ya sea que compartimos personas con las cuales trabajar, la ciudad, esta ley de cine, las locaciones, los actores. Hay una identidad, por más que las películas son muy distintas”. Ruiz ha viajado a algunos festivales, donde los programadores le dijeron que son muy distintas las películas que salen de Córdoba pero que, a la vez, “todas tienen algo en común que las diferencia de las de Buenos Aires”. Hay una identidad, admite, “pero no tiene que ver con la forma cinematográfica porque formalmente son muy distintas, pero hay una voz que las recorre a todas”.