El fútbol volvió a estar sospechado de “operaciones oscuras”: la polémica candidatura de Qatar para organizar el Mundial en 2022 continúa envuelta en acusaciones, en este caso por haber ideado una campaña de propaganda secreta para desprestigiar a las candidaturas rivales. De este modo, según el diario inglés The Sunday Times, se violaron las reglas de la FIFA, cuyas pautas establecen que los candidatos tienen “prohibido realizar cualquier declaración escrita u oral, ya sea adversa o no, sobre las propuestas de cualquier otra asociación miembro”. El periódico británico ya había denunciado en 2014 una compra de votos por parte del país asiático. 

Una investigación asegura que correos electrónicos filtrados por un miembro del equipo de candidatura qatarí, demuestran que se pagó a una oficina de relaciones públicas con sede en Estados Unidos y a ex agentes de la CIA para difundir “propaganda falsa” sobre sus principales rivales durante la campaña para hacerse de la competición en 2022.

En 2010, para sorpresa general, Qatar derrotó las propuestas de Australia y Estados Unidos, así como también las de Corea del Sur y Japón, para poder organizar la Copa del Mundo que seguiría a la de Rusia. 

Pero luego de la investigación de The Sunday Times pudo saberse que la estrategia de esa pequeña nación del Golfo rica en gas fue reclutar a individuos influyentes para atacar las candidaturas de sus respectivos países rivales, y crear así la impresión de que había “cero apoyo” entre la población para organizar un evento de esas características.

Dichas acciones incluyeron también el plan de confeccionar una resolución para el Congreso estadounidense sobre los efectos “nocivos” de la propuesta de Estados Unidos durante la semana de la votación, así como la contratación de un docente norteamericano para elaborar un informe sobre la carga económica que supondría llevar adelante dicha competición.

En este punto, uno de los correos electrónicos filtrados que el diario británico afirma haber obtenido fue enviado al líder de la candidatura qatarí, Ali al Thawadi. El documento supuestamente mostraría que el Estado estaba al tanto de complots para difundir “veneno” contra naciones rivales antes de que su propia candidatura triunfara en diciembre de 2010.

Qatar reaccionó a esta información con un comunicado emitido por el Comité Supremo de Entrega y Legado para rechazar “todas y cada una de las acusaciones de The Sunday Times”. 

El periódico británico ya había denunciado en 2014 una compra de votos por parte de Qatar, acusación de la que el país asiático fue exonerado tras una investigación de dos años llevada a cabo por el abogado estadounidense Michael García, con el aval de la FIFA, cuyas autoridades remiten que “las conclusiones están disponibles en el informe”.