Dos hombres robaron joyas pertenecientes a la familia real de Suecia en una catedral y se escaparon con el botín en un barco. Los ladrones penetraron el martes en la catedral de Strängnäs, a unos cien kilómetros de Estocolmo, y se apoderaron de varias reliquias del siglo XVII.

“La policía buscó a los culpables durante toda la noche sin éxito”, declaró una fuente policial. Los ladrones se llevaron dos coronas y un orbe (una joya que representa un globo terráqueo con una cruz) pertenecientes al ornamento funerario de Carlos IX, rey de Suecia y Finlandia de 1604 a 1611, y de su esposa, la reina Cristina, informaron los responsables de la catedral en un comunicado.

Los objetos se encontraban, según las normas de seguridad vigentes, en una vitrina equipada con una alarma, precisó el comunicado. Las joyas son de un valor inestimable, indicó la policía. “No conocemos el valor de los objetos robados, pero se trata de un tesoro nacional”, declaró Stefan Dangardt, de la policía sueca. “Es simplemente imposible vender esos objetos, podemos interrogarnos sobre las intenciones de los ladrones”, declaró por su parte Maria Ellior, responsable del departamento Crímenes Culturales y Patrimoniales de la policía sueca.

Un testigo, Tom Rowell, dijo al diario Aftonbladet que había visto a dos hombres salir rápido de la catedral y subirse a un pequeño barco blanco.

Thomas Agnevik, vocero de la policía sueca, expresó que  “estamos buscando una lancha a motor pequeña. Tenemos información diferente sobre cómo se veía exactamente la embarcación. En barco pueden llegar a Mälaren, Köping o Arboga en el oeste, o Västerås, Eskilstuna o Estocolmo si conduce hacia el este. Dirigimos nuestra búsqueda en todas estas direcciones”, agregó.

En la catedral de Strängnäs descansan los restos de Carlos IX y sus dos esposas, la princesa María y la Reina Cristina.