“La CGT se ha expresado solicitando que su proceso siga en la justicia, pero que Milagro Sala lo siga en libertad, como tantos otros argentinos”, señaló ayer uno de los tres secretarios generales que tiene la central obrera, Héctor Daer, apuntando a la dirigente social presa desde hace un año en Jujuy por acusaciones del gobernador radical de Cambiemos, Gerardo Morales. Sala es líder de la agrupación Tupac Amaru y está acusada de amenazas y daño agravado, instigación a cometer delitos y tumulto, asociación ilícita, extorsión y fraude a la administración pública, entre otros delitos, acusaciones impulsadas por Morales antes de llegar a la gobernación y que cobraron fuerza al ganar las elecciones. “Para todo lo que tiene que ver el mundo democrático, que tengan presa a una persona de las comunidades nativas de nuestra región, que es un dirigente social y después de dos pronunciamientos de organismos internacionales, lo único que le hace es mucho mal a este Gobierno y al país en general”, afirmó el gremialista y diputado nacional haciendo foco en las resoluciones a favor de la libertad de la dirigente jujeña que emitieron la Organización de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, a las que luego se sumaron la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Amnesty Internacional. El sindicalista vinculado al Frente Renovador de Sergio Massa apuntó acerca del gobierno de Morales que “pareciera que Jujuy es un territorio aparte”.