La actividad de la construcción cayó en junio un 0,1 por ciento frente al mismo mes del año pasado, lo cual constituye su primera caída interanual desde febrero de 2017, informó ayer el Indec. Ese resultado se explica por la caída en las ventas de cemento portland, hormigón elaborado, ladrillos huecos, pinturas y cal. En el primer semestre se registra una suba acumulada de 10,9 por ciento. En tanto, la superficie a construir registrada por los permisos de edificación para la ejecución de obras privadas tuvo en junio una baja de 16 por ciento en relación al mes anterior y una caída de 17,4 por ciento frente a junio de 2017, lo cual permite anticipar una profundización de la caída en la actividad. 

La devaluación que impactó sobre insumos difundidos del sector de la construcción, junto con el recorte en la obra pública por el acuerdo del Gobierno con el FMI y la paralización del mercado hipotecario son los factores que explican el frenazo de la construcción. De hecho, entre los desarrolladores privados, el 45,9 por ciento estima que la actividad va a disminuir en los próximos meses, mientras que el 51,4 por ciento no espera cambios, según la encuesta mensual que realiza el Indec. Apenas el 2,7 por ciento de los empresarios prevén aumentos de la producción. Para los empresarios dedicados a la obra pública el clima es todavía peor: el 65,6 por ciento opinó que el nivel de la actividad disminuirá en el próximo trimestre, el 31 por ciento dijo que no cambiará y el 3,4, que mejorará. En junio, cayó un 8,8 por ciento interanual la producción de ladrillos huecos, seguido de hormigón (-3,8), cemento portland             (-3,5). En cambio, subió la venta de artículos sanitarios (21,4) y asfalto (9,4).