El diputado nacional Felipe Solá pasó esta semana por Rosario con tono de campaña. “Soy precandidato a presidente de la nación”, expresó sin medias tintas en las distintas charlas y reuniones políticas que mantuvo en la ciudad. “El eje principal de la oposición debe ser dar prioridad al trabajo”, señaló y explicó que a partir de esa prioridad “se articulan todas las alianzas que deban darse para terminar con este modelo que excluye decididamente a los trabajadores”. Se ve como un candidato de unidad de los distintos sectores del peronismo y asegura que dentro del PJ “no tenemos que empezar a jugar a la mancha venenosa. La mancha venenosa es (Mauricio) Macri”, sentenció en el programa “Los días contados” por canal 5.

-En su recorrida por Rosario y la zona tuvo un contacto formal o informal con algunos dirigentes de la provincia, como el Senador Omar Perotti...

-Así es, esa fue la primera acción que tuve cuando llegue el jueves a la mañana a la ciudad. Quería tener una charla con él y de forma pública, de la misma forma que me interesa tenerla con María Eugenia Bielsa, porque me parece que tenemos que ayudarnos entre todos. En esta visita todavía no pude encontrarme con ella, pero hace diez días nos reunimos en San Pedro, que nos queda a mitad de camino a los dos.

-¿No fue apresurado el lanzamiento de su precandidatura presidencial?

-Lo que me movió fue la terrible situación nacional desde el punto de vista económico, y sobre todo, que ésta sea una presituación de algo peor, anunciada por el propio gobierno, que les dice a los barrios pobres, a los comercios, a las pymes, a los oficios de la construcción, a los monotributistas: “¿ustedes creen que están mal? Esperen todavía, van a estar peor”. Estamos hablando de un 80% de la población, de una clase media y media baja que no puede más en un contexto con una inflación de costos fijos, porque aunque no haya demanda suben los precios, las tarifas, las tasas de interés, y además, ahora liberan el dólar. ¿Qué argentino no asocia el dólar con el nivel de precios?

-¿En eso se basan las 35 medidas que presentó al propio Macri para salir de la crisis?

-Sí, porque el presidente pidió que quien tuviera aportes que los hiciera. Entonces, convoqué a un equipo interdisciplinario muy sólido, compuesto por mujeres y hombres con nivel académico, no sólo economistas sino también sociólogos y expertos en educación, salud y otros rubros, y les pedí  el esfuerzo de hacer un programa que tenga como prioridad defender y proteger el trabajo, que debería ser un filtro para un próximo gobierno en todas las medidas que se tomen a futuro.

“El presidente pidió que quien tuviera aportes que los hiciera. Entonces le presenté 35 puntos clave”.

-A partir de esa premisa, hay una abanico muy amplio, dentro y fuera del peronismo, que también puede adscribir y decir que esa es su prioridad, entonces ¿cuáles son los límites? ¿Qué sectores de la oposición sí y cuáles no?

-En principio creo que con las circunstancias de vida que tenemos y las que podemos llegar a tener peores que estas, lo que va a separarnos en la oposición no va a ser nunca el modelo de desarrollo; ni a los dos peronismos que se vislumbran ni siquiera a sectores progresistas. Lo primero que quiero saber cuando converso con alguien es si tiene el mismo diagnóstico, si ese diagnóstico contiene la inquietud y la angustia de la situación, y si tiene la certeza de que se puede salir, porque siempre los países pueden salir, depende de la voluntad de sus gobernantes y del poder político que consigan lograr. Entonces eso es lo primero a lo que le pongo atención cuando hablo con quien sea. Si veo que no hay acuerdo en ese punto, empezamos mal. Pero si hay acuerdo, todo lo demás es construir, y todo aquel que trabaje para dividir la oposición está trabajando, sabiéndolo o no, para que tengamos un gobierno neoliberal por cuatro años más.

-Ahí aparece un primer problema, que es Cristina Fernández de Kirchner, porque algunos dicen que sin ella y su espacio no se puede construir, pero con ella también es difícil porque hay un sector muy grande de la población que todavía está enojado con el gobierno anterior. ¿Cómo se sortea eso?

-En primer lugar, no puede haber nadie de la oposición que sea “mancha venenosa”. La “mancha venenosa” es Macri porque nos ha llevado a una situación de endeudamiento, de quiebra de gran parte de la economía nacional, de desprecio por el trabajo, y de condicionamiento del futuro para un posterior gobierno popular a partir de la sucesión abrumadora de vencimientos de pago de deuda interna y sobre todo de deuda externa, sumado al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, porque para salir hay que pagarle. Entonces si uno empieza con paredes, tabiques y manchas venenosas, no hay ninguna posibilidad de rearmar. Incluso, si uno quiere una propuesta superadora, lo que tiene que entender es que somos parte de un proceso mucho más largo, de cientos de años. Por lo tanto, lo que hay que saber es  que somos solo una parte que no va a tener lo mejor, porque como dijo el General “lo mejor es enemigo de lo bueno”, y en este caso lo bueno es lo posible: el candidato no es el que me gusta a mí o a tal, o el mejor dotado sino el que puede ser, el que puede unir y liderar. Yo digo que soy precandidato porque creo que puedo, la pase muy mal y aprendí muchas cosas de eso en la función pública. No soy el único, pero estoy caminando para promover la unidad.

-Desde el gobierno están tratando de generar otra “mancha venenosa” a partir de la causa de Bonadío por las coimas. El propio presidente dijo: “hay que recuperar la guita que nos afanaron”...

-Bueno eso tendría que valer también para los últimos dos años. Que empiecen desde este gobierno para atrás porque nos hay que olvidar el Correo, los Panama Papers, los negocios de Caputo. También hay que recuperar la guita que dicen que pusieron los aportantes truchos. Hay noticias que no se dan, como por ejemplo que el Procurador General de la Nación, el Dr. Eduardo Casal, desplazó al fiscal Hernán Schapiro de esa investigación por los aportes de Cambiemos; y la comisión que armó la gobernadora Vidal para investigar el tema está compuesta por gente que estuvo en la misma campaña. Es escandaloso.

Con respecto a la causa por las coimas, lo que traiciona a una investigación es el exceso de espectacularidad y sobreactuación. Lo que hace sospechar su veracidad es, por un lado, la debilidad de las pruebas, y por otro, la búsqueda del linchamiento mediático. Al mismo tiempo, lo que hace pensar que puede ser cierto es que durante muchos años hemos sabido que en la obra pública entre los distintos estados y los contratistas, hay “cometa” y sobre todo cartelización. Es decir, se juntan todos, le pagan a los que quedaron fuera de la licitación y hacen un cartel de forma tal de ganar la licitación. Eso es histórico.

-En Santa Fe parece que el peronismo  tiene expectativa de recuperar la provincia. ¿Qué mirada tiene sobre esto y cómo puede aportar a un proceso de unidad nacional?

-Es fundamental lo que pase aquí y es importante que la gente no se engañe más con candidatos como Miguel Del Sel que duran poco. Es una provincia que está tan golpeada como otros lugares y que necesita que se proteja la ciencia y tecnología, y sobre todo el trabajo.