Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte (Smata) Rosario cruzaron ayer al titular de General Motors para el Mercosur, Carlos Zarlenga, quien señaló que la crisis económica en Argentina es “de corto plazo” y se mostró optimista respecto a la venta de autos 0km, a pesar que hubo una caída del 17 por ciento. “Cómo puede decir eso si nos suspenden a dos mil personas por siete días en la planta de Alvear”, dijo el secretario General de los Mecánicos, Marcelo Barros, en un escenario de preocupación por la caída en la producción automotriz. Por otra parte, el dirigente gremial confirmó que a los trabajadores de Guerrero, la ensambladora de motos de San Lorenzo que está atravesando una crisis por la caída en las ventas, les quitaron dos horas de trabajo por día, una medida que se acordó para evitar despidos.

Había pasado poco más de un mes desde que la automotriz y el gremio habían decidido firmar un acuerdo de suspensiones entre el 27 de mayo y el 4 de abril. En ese entonces, el Smata comunicó que GM continuaba sosteniendo un esquema de suspensiones para los trabajadores de la planta en Alvear.

Barros declaraba que la empresa suspendía a toda la planta de trabajadores de 4 a 5 días por mes, con el pago del 80 por ciento de sus sueldos. Los directivos de la empresa que emplea a 1.500 personas en el sector de producción, comunicaron un calendario de suspensiones, y anticiparon que la fábrica cerrará durante casi todo el mes de diciembre.

Lo cierto es que el mes pasado, las suspensiones fueron por siete días. Como consecuencia de esta medida, también fueron suspendidos por una semana los 400 trabajadores de Adient, la empresa de Pueblo Esther que fabrica asientos para la General Motors.

Durante el fin de semana, el titular de General Motors para el Mercosur en una entrevista desde San Pablo en el diario Clarín aseguraba que la crisis no había impactado “drásticamente” y se mostraba optimista en el largo plazo, una apreciación que no guarda relación con dos caídas consecutivas del 17 por ciento en la venta de autos respecto al año anterior. “Aún con la caída, seguirá siendo uno de los registros históricos de ventas más altos para la Argentina", dijo el directivo.

Ayer, el titular de Smata volvió a advertir sobre la caída en la producción automotriz y de paso cruzó a Zarlenga. “Es como decir que esto es el país de las maravillas y ayer terminaron la suspensión de dos mil personas por siete días”, señaló el titular de Smata. En el gremio esperan que la próxima semana la empresa los convoque para saber si en agosto la medida se va a repetir. 

Respecto a la situación en la ensambladora de motos en San Lorenzo, que el pasado 2 de julio había cerrado su planta en el marco de un conflicto laboral a raíz de la caída en las ventas, el gremio comunicó ayer que se quitaron dos horas de trabajo por día a los operarios, a quienes les van a abonar en esas horas no trabajadas el 75 por ciento. “Acá también la vamos piloteando mes a mes, pero el escenario es muy complicado”, planteó Barros.

Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), la cantidad de motos patentadas durante mayo había bajado 7,4 por ciento respecto de abril y se esperaba una disminución fuerte de las ventas debido a la devaluación. A la luz de la quita de horas de trabajo en Guerrero, los malos pronósticos se confirmaron.