Mientras Milagro Sala cumple hoy su cuarto día de huelga de hambre seca, la Corte Interamericana de Derechos Humanos acumula día a día nuevas denuncias y pruebas sobre los maltratos y torturas inflingidos por magistrados subordinados al gobernador jujeño Gerardo Morales. El último episodio de una seguidilla interminable que arrancó con su detención hace 937 días tuvo lugar el jueves, durante el traslado desde el penal de salteño General Güemes hasta una sala de audiencias de Jujuy, e incluyó humillaciones como ser obligada a quitarse la ropa frente a un médico varón. Peritos judiciales constataron además lesiones en sus muñecas “compatibles con el uso de esposas con horas de evolución”. El gobierno de Cambiemos tiene plazo hasta el martes para dar explicaciones ante la CIDH por el incumplimiento de las medidas provisionales de ese organismo, que tras su intempestivo traslado al penal federal denunciaron el CELS, Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Andhes) y la sección local de Amnistía Internacional.

La líder de la Tupac Amaru no ingiere alimentos ni bebidas desde la madrugada del miércoles, cuando por orden del juez Pablo Pullen Llermanos se le revocó el original arresto domiciliario que padecía (con infinitos controles y custodiada por gendarmes) y se la trasladó a un penal del Servicio Penitenciario Federal a más de cien kilómetros de la capital jujeña. “Milagro venía de una semana en la que había sido hostigada y maltratada, en la que se había desvanecido y había quedado inconsciente”, recordó ayer su defensora Elizabeth Gómez Alcorta. “Hay una tremenda seguidilla no sólo de hechos específicos y concretos que pueden ser apremios o torturas sino además de hostigamiento, persecución y una violencia psicológica inaudita”, destacó la abogada en la AM530.

Un día después de iniciar la huelga de hambre, “Milagro llegó a la sala de audiencias con todos los brazos lastimados, con hematomas”, contó Gómez Alcorta. El primer episodio ocurrió antes de salir del penal, cuando pretendió revisarla un médico varón. “Ella se opuso pero la obligaron, la obligaron a sacarse sus prendas íntimas, violando convenciones y protocolos porque una detenida mujer tiene derecho a no ser revisada por un hombre”, recordó. Los peritos que la revisaron luego de que la atendiera personal del SAME dejaron constancia de un “eritema en cara anterior y posterior de ambas muñecas con inflamación perilesional”, lesiones “compatibles con uso de esposas con horas de evolución”. También de un “hematoma color violáceo oscuro” en el antebrazo derecho “con más de 24 horas de evolución”. El certificado fue enviado a la CIDH. “Me verduguearon durante los cien kilómetros”, le confesó Milagro a sus abogados.

El traslado “intempestivo a una cárcel federal de la provincia de Salta”, que implica un “palmario incumplimiento” de las medidas provisionales dictadas por el máximo organismo judicial de la región, fue presentado por el CELS, Andhes y Amnistía la misma noche del martes. Al día siguiente la CIDH le pidió al gobierno de Mauricio Macri que remita las “observaciones o aclaraciones que estime pertinente” sobre los nuevos hechos y le dio plazo hasta martes, 14 de agosto. Sobre el hábeas corpus presentado por los abogados de Sala ante la Corte Suprema de Justicia por el incumplimiento de la resolución del sistema interamericano, la novedad el jueves fue su remisión al Tribunal Superior de Justicia de Jujuy para que siga su ruta hasta Pullen Llermanos.