El represor Claudio Vallejos fue el protagonista de la audiencia inaugural del cuarto juicio oral que se lleva a cabo por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA durante la última dictadura. Verborrágico con la prensa en las épocas en las que disfrutaba de su escondite en Brasil, desde donde se arrogaba haber participado de secuestros y de haber asesinado incluso a militantes políticos, ayer no dio la nota por lo que dijo o hizo, sino por su ausencia: según su defensora oficial, el ex integrante del Batallón de Infantería de Marina 3 fue echado de su casa por su familia días antes del comienzo del debate y, desde entonces, vive en la calle. 

A pesar de que amenazó con ordenar su captura, el Tribunal Oral Federal 5 le dio “unos días” a la defensa para que lo encuentre. 

Vallejos fue extraditado en 2012 desde Brasil. Hasta entonces, estuvo prófugo. Allí, pero también en Argentina, había confesado ante la prensa varios de sus delitos de lesa humanidad como integrante de patotas no solo de la ESMA, sino de varios otros centros clandestinos de detención como el Vesubio, el Banco y el Atlético. Entre los hechos que se arrogó y por los que se lo acusa en el debate que comenzó ayer, figura el secuestro del entonces embajador argentino en Venezuela Enrique Hidalgo Solá. 

Desde que fue extraditado, Vallejos estuvo preso, preventiva que cumplió en cárcel común la mayoría de los años y en su casa los últimos. Por agotar el tiempo en el que se le extendió la preventiva, ayer llegó al juicio excarcelado.   

La sorpresa la dio por su ausencia en la audiencia inaugural. Recién después de que el TOF 5 advirtiera que libraría una orden para recapturarlo, ya que hasta el momento no había novedades de su paradero, su defensora oficial, de apellido Ibáñez, dio su versión de los hechos y pidió “tiempo” para “solucionar el problema”. Ibáñez indicó que Vallejos no se había fugado, sino que había tenido un conflicto familiar: que producto del inicio del juicio en el que se lo acusa de secuestrar y torturar personas durante la dictadura cívico militar, su familia lo echó de la casa y, desde entonces, vive en la calle. El TOF le dio hasta la próxima audiencia, que será el lunes 27 de agosto, para solucionar la situación.

El debate analizará la responsabilidad de Vallejos y otros nueve represores de la Marina, la Policía Federal y el Batallón 601 en secuestros, torturas, asesinatos y apropiación de bebés, cometidos en contra de más de 800 personas en la ESMA.