“No pasa nada con el dólar, tranquilos”, dijo ayer Mauricio Macri. Las declaraciones no tuvieron mucho timing si se tiene en cuenta que el tipo de cambio subió 60 por ciento en lo que va del año y 210 por ciento desde que asumió la gestión. El presidente habló por la mañana cuando recorría la Casa Rosada para asistir a una reunión de coordinación con funcionarios y fue consultado a la distancia por un grupo de periodistas. La divisa en ese momento anotaba un descenso de 80 centavos y se ubicaba por debajo de los 30 pesos. Pero con el correr de las horas la tendencia cambió y la cotización anotó nuevas presiones al alza. El dólar finalizó en 30,42 pesos, al bajar 30 centavos respecto del lunes y ubicarse 57 centavos por encima  del viernes pasado. En el mercado afirmaron que hubo operaciones poco representativas al final de la jornada que permitieron que el tipo de cambio termine debajo de la cotización del lunes. 

El Banco Central inició ayer su programa de cancelación de Lebac. La licitación fue desordenada y los participantes no tenían claro si podían comprar o no comprar letras. La desorientación generó falta de liquidez en el mercado secundario, en donde no hubo casi operaciones y las tasas de interés no fueron representativas. La inhabilitación de los bancos para seguir operando Lebac fue clave para explicar este problema (ver aparte). Las acciones y los bonos, mientras tanto, mostraron un rebote, luego de las fuertes caídas de los últimos tres días hábiles. El riesgo país bajó 48 puntos básicos y se ubicó en 696 unidades. La cifra, pese a la merma, sigue duplicando a la de los países vecinos. 

Las reservas bajaron 366 millones de dólares y finalizaron en 56.256 millones de dólares. La autoridad monetaria había asegurado que iba a subastar 500 millones de dólares pero sólo adjudicó 200 millones. En el Central privilegiaron evitar una mayor caída de las reservas con una menor venta en la subasta. Desde la entidad, no obstante, aseguraron que fue por el poco interés del mercado. “Se adjudicaron solamente 200 millones porque la demanda a precio de mercado fue menor a la esperada”, detalló la entidad. Los operadores de la city pusieron en dudas el argumento debido a que en las últimas horas de la jornada el volumen operado fue importante y la divisa cerró por debajo de su precio del lunes debido a una transacción de último minuto por montos muy bajos.

El volumen operado en el mercado cambiario ascendió a 719 millones de dólares. La cotización del dólar mayorista, con el que operan bancos y grandes inversores, se ubicó en 29,61 pesos, al descender 31 centavos. El Central subastó divisas a un precio promedio de 29,40 pesos, aunque algunos dólares llegaron a subastarse a un mínimo de 29,37 pesos. En el inicio de la jornada, la oferta permitió que la cotización mayorista cayera hasta los 29,20 pesos, pero la baja inicial no logró mantenerse. El resultado de la subasta de divisas y la incertidumbre con la licitación de Lebac volvieron a despertar la volatilidad en materia cambiaria. La cotización había subido hasta los 29,95 pesos hacia el final de la jornada, pero a último momento una venta por 1 millón de dólares, según los operadores, permitió cerrar en 29,61 pesos.

En lo que refiere al mercado de dólares futuros, se registraron operaciones por el equivalente a 530 millones de dólares. El 70 por ciento se pactó entre agosto y septiembre. Las cotizaciones de referencia para estos meses fueron de 30,30 pesos y de 31,27 pesos, lo que implica una tasa de interés implícita del 50,0 y 43,5 por ciento, respectivamente. La evolución de los contratos a futuro fue muy similar respecto de lo observado en el mercado de contado. A principio de la rueda bajaron un peso, pero en la última media hora volvió la tendencia ascendente y terminaron solo 20 centavos por debajo de la cotización del lunes. 

Las tasas de interés interbancarias, en tanto, se ubicaron en niveles del 46,0 por ciento. El Central anunció anteayer una suba del 40 al 45 por ciento de la tasa de referencia, lo que con el correr de los días irá trasladándose al resto de las tasas de la economía. Existe fuerte preocupación entre economistas de distintas corrientes por el efecto productivo de la medida, que se mantendrá al menos hasta octubre. Se encarece el financiamiento para las empresas y el crédito para el consumo. Para el segundo semestre del año los consultores ya pronostican una caída del PBI, que pondrá al país en una situación de recesión económica con aceleración de la inflación.