Vivir en estado de quietud sería una anomalía para la naturaleza transgresora de Margo Glantz. Inquieta y en movimiento permanente, apasionada por Twitter hasta el punto de reconocer que tuitear es “un vicio irreparable”, tan lúcida, trabajadora y viajera que impresiona y suscita una sana envidia, a los 88 años la escritora mexicana pone el cuerpo una vez más y acepta el desafío de dirigir Fondo de Cultura Económica (FCE), editorial estatal creada por Daniel Cosío Villegas con el propósito inicial de traducir al español las obras clásicas y modernas de la ciencia económica. El campo de batalla de la edición se fue expandiendo para incorporar textos de sociología, historia, filosofía, antropología, la ciencia y la técnica, la política y el derecho, la psicología y el psicoanálisis, la lengua y los estudios literarios. Los libros del FCE han formado a varias generaciones de lectores mexicanos y latinoamericanos. La autora de El rastro, Saña, Coronada de moscas, Yo también me acuerdo y Por breve herida, entre otros títulos, estará a cargo de la dirección editorial a partir del próximo 1° de diciembre, cuando asuma el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y será la segunda mujer en ocupar este cargo. La primera fue la editora Consuelo Sáizar, entre 2002 y 2009.

Recién llegada de un viaje por Perú, donde presentó su último libro Y por mirarlo todo, no veía nada (Sexto Piso) junto a su amigo el escritor Mario Bellatin, Glantz habla con PáginaI12 sobre el trabajo que realizará cuando reemplace en el cargo al actual director del FCE, el abogado, académico y periodista José Carreño Carlón. “Estoy empezando a revisar el catálogo con cuidado y tengo que ver cuáles son las áreas donde se necesita continuar, innovar o reeditar. Una mirada feminista es más que nunca necesaria. Después del resultado de la votación en el senado argentino en contra del aborto escribí un tuit: ‘¿Cómo es posible que aún se legisle contra el derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo?’. Los argumentos de los opositores, sobre todo de varones, son casi idénticos a los que formulara Aristóteles y que perviven disimuladamente hasta nuestros días”, advierte la escritora mexicana y ejemplifica con una cita de la historiadora Giulia Sissa: “La maternidad se convierte en el soporte alimentario y físico de un proceso que depende esencialmente del varón... El principio psíquico lo aporta la esperma gracias a su naturaleza pneumática y caliente, consecuencia de la perfecta cocción. Entre el padre y el embrión, se produce la trasmisión del alma”.

Esa mirada feminista, más necesaria que nunca, tendrá que avanzar sobre un catálogo que la escritora mexicana está estudiando con mucho rigor. “Revisé someramente un catálogo incompleto de autores y veo que hay muchas menos mujeres. La mayor parte son argentinas y algunas estadounidenses y europeas, hay mexicanas, obviamente y por ejemplo, imposible de no incluir, Sor Juana Inés de la Cruz”, cuenta Glantz, profesora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro de número en la Academia Mexicana de la Lengua desde 1995, que ha cosechado premios como el Xavier Villaurrutia, el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México, el Sor Juana Inés de la Cruz, el Premio FIL en Lenguas Romances, el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas y el Premio Alfonso Reyes, entre otros reconocimientos. Aunque le gustaría emprender una política de rescate de autores olvidados de poca o mucha obra editada, pero desconocida y con poca circulación, “aún es prematuro tomar cualquier decisión, tendría que estudiarlo a profundidad”, aclara la narradora y ensayista mexicana que se ha obsesionado literariamente con el cuerpo –los pelos, el pie o los dientes–, que cree como pocas en el placer inagotable del texto y cuya literatura, bellamente fragmentaria, elusiva a las clasificaciones, obligaría a inventar, como se ha escrito, un género en sí mismo: el género Margo Glantz.

“Yo creo que hay futuro... yo no me voy de México; es un país maravilloso y tiene una vitalidad impresionante”, dijo la escritora a este diario en 2015, cuando vino a presentar Coronada de moscas a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. “Pero la manera como lo están manejando los políticos y cómo se ha apoderado el narco te deja muy poca esperanza.” No es la primera vez que Glantz (Ciudad de México, 28 de enero de 1930) ocupará un cargo público. La escritora mexicana fue directora General de Publicaciones y Bibliotecas de la SEP (Secretaría de Educación Pública) en 1982, directora de Literatura en el INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes), entre 1983 y 1986, y agregada cultural con cargo de ministro en la Embajada de México en Londres (1986-1988). 

–¿Qué aspectos de la política mexicana pueden cambiar a partir de la asunción de López Obrador?

–Vamos a ver qué pasa. Hay muchos problemas muy graves en el país y es difícil poderlos resolver en el espacio de seis años. Pero ha sido un cambio fundamental y estas elecciones demostraron que la gente deseaba definitivamente un cambio radical.