Mientras se refuerza el aval oficial al gatillo fácil policial, agentes de la Prefectura balearon el sábado a la madrugada a Cristofer Regio, un joven de 26 años que no se detuvo en un control de tránsito por temor a que le secuestraran la camioneta de la que no tenía los papeles. Hay ocho agentes detenidos, luego de que se confirmara que fueron ellos quienes efectuaron al menos tres disparos y luego intentaron encubrir el asesinato al retirar las vainas del piso.

“Es un caso de gatillo fácil, Prefectura lo mató a sangre fría”, denunció esta mañana Jorge, el padre de Cristofer, a partir de lo que pudo reconstruir con los dichos de un testigo presencial. Las cámaras de seguridad, requisadas por el fiscal Daniel Pablosky, registraron el exceso de los agentes involucrados y también su intento de encubrimiento. 

Según relataron sus familiares, Regio volvía de dejar en su casa a un amigo, cuando se topó con el control de prefectura. “Como se había olvidado los papeles de la camioneta recién comprada en la casa, se asusta y se escapa”, destacó Jorge al explicar por qué su hijo evitó a los prefectos. Sólo llegó a hacer diez metros, cuando los agentes empezaron la balacera en la intersección de Ancaste y Monteagudo. Por los disparos, el vehículo chocó contra otro auto.

Al llegar al lugar, personal de Policía de la Ciudad encontró la camioneta y notaron que el cuerpo y la camioneta tenía dos disparos de arma de fuego en el lateral derecho y otro en la parte trasera. “Sólo hizo diez metros y lo mataron como un perro, le pegaron dos balazos, uno le entró por la garganta y otro por el pecho”, relató su padre. 

En ese momento, el personal no encontró las vainas de los disparos porque los agentes habían levantado puntillosamente cada una de ellas, según registraron las cámaras de seguridad. Allí se pudo comprobar que varios efectivos se acercaron al vehículo, comprobaron que Regio estaba fallecido, recolectaron las vainas y se dieron a la fuga. “Según me dijeron desde homicidios, los prefectos tenían que estar en la Villa Zabaleta, no donde estaba mi hijo”, sostuvo el padre de la víctima en diálogo con C5N. 

La doctrina de seguridad implementada por el gobierno de Mauricio Macri ya se tradujo en otras muertes por los excesos de las fuerzas de seguridad. Poco después de que tanto el Presidente como la ministra de Seguridad Patricia Bullrich instalaran la férrea defensa al accionar policial, un adolescente fue asesinado por la espalda por un policía del Grupo Halcón, dos policías tucumanos asesinaron de un tiro por la espalda a Facundo Ferreira, de 11 años, gendarmes persiguieron en Lomas de Zamora a un joven de 19 que tampoco se detuvo en un control y en Wilde dos hombres que iban en auto a jugar un partido de fútbol fueron perseguidos por un patrullero que los confundió con ladrones.

Ayer Bullrich ratificó el apoyo oficial al policía Luis Chocobar, procesado por haber matado de dos tiros por la espalda a un hombre que huía luego de haber robado y apuñalado a un turista. “Vinimos a ratificar nuestro compromiso, a decirle que no está solo”, definió la funcionaria al defender la doctrina.