"Que a 25 años todavía se recuerde y se exija por la aparición de Miguel, para nosotros es una caricia", dice Rosa Rosenfeld de Bru, madre del Miguel Bru, el joven estudiante de periodismo desaparecido en 1993 en la ciudad de La Plata. Esta noche, desde las 19 y hasta las 2, se realizará la clásica vigilia frente a la Comisaría Novena de la capital bonaerense, allí donde se comprobó que Miguel fue llevado y torturado antes de ser desaparecido. "Esperamos que (Justo José) López comprenda y diga dónde está", reclama Rosa en referencia al ex sargento condenado a prisión perpetua. 

La Comisaría Novena, ubicada en la entrecalle 5 y 59, será el lugar para recordar a Miguel a 25 años de su desaparición. De 19 a 2 de la mañana, el horario en el que la "maldita policía" golpeó y desapareció al joven estudiante de periodismo. Convocadas por la asociación de familiares y amigos, por la Facultad de Periodismo y la agrupación estudiantil Rodolfo Walsh, bandas musicales, proyecciones y una radio abierta se sucederán para continuar reclamando la aparición. 

En 1999, la Justicia condenó al ex subcomisario Walter Abrigo y al ex sargento Justo José López a prisión perpetua como autores materiales del crimen. En el mismo juicio recibieron una pena de tres años el comisario Juan Domingo Ojeda y el suboficial Ramón Cerecetto. Abrigo falleció de un paro cardíaco en el penal de Florencio Varela, donde cumplía condena. López continúa cumpliendo la suya en el penal de Sierra Chica. 

El ex sargento había recuperado su libertad en 2014, por el beneficio del "2x1", pero la medida fue apelada y en julio de 2017, López volvió a ser detenido. Desde entonces, la Asociación Bru, a pedido de Rosa, propuso ante la jueza de ejecución penal María Silvia Oyhamburu la posibilidad de otorgar un beneficio de eximición de prisión para el ex sargento a cambio de que aporte información sobre la ubicación del cuerpo de Miguel. 

"Nosotros no buscamos nuevos detenidos ni nombres sino que esperamos que López comprenda que si colabora tendrá un beneficio, que entienda", exigió la madre de Miguel en diálogo con PáginaI12. Sin embargo, hasta el momento, el ex sargento insiste en su inocencia, se considera un "preso político" y sostiene que no sabe dónde está el cuerpo del joven desaparecido en 1993.  

"Llevamos 25 años de lucha, Miguel merece un lugar donde descansar", insiste Rosa, quien asegura que cada agosto desde hace 25 años se abre "una llaga", pero destaca todo lo que se luchó desde el primer día, cuando a los amigos y familiares del joven estudiante de periodismo les decían que estaba de viaje en Brasil. "La lucha empezó con los amigos de Miguel y hoy somos una asociación que sigue caminando, con el eterno apoyo de la Facultad de Periodismo y también de los periodistas. Para todos tengo solo agradecimiento por no bajar los brazos", resume una de las madres ejemplo de la lucha contra la violencia institucional.  

"Que a 25 años todavía se recuerde y se pida por Miguel para nosotros es una caricia", agradece, mientras espera un gesto de humanidad de quienes cometieron el crimen.