Leonardo Padura no ve la hora de que termine la gira de promoción de La transparencia del tiempo, que lo ha llevado, desde que empezó este año, a estar tres semanas en España, dos en México, además de las escalas sudamericanas que lo han traído a Chile y Argentina, para abreviar un itinerario infernal. Quiere parar de viajar para instalarse, como siempre, en su casa en Mantilla y volver a retomar una nueva ficción que está escribiendo, pero esta vez sin Mario Conde como protagonista. El escritor cubano está empezó una nueva novela, El clan disperso, sobre la diáspora cubana de los años 90. “Es un grupo de amigos que se dispersan, pero siempre se refieren a la historia que han tenido juntos en La Habana –explica el autor de El hombre que amaba a los perros–. Me muevo en algunos destinos habituales, pero también conocidos para mí como novelista. Escribir de un cubano en Rusia sería muy difícil porque no conozco. Y son menos. Va haber un matrimonio aquí en Buenos Aires; es un destino posible, aunque no fue tan frecuente. En los 90 los cubanos se fueron adonde pudieron y se quedaron adonde pudieron”.