El fantasma de un nuevo default volvió a golpear ayer la puerta de los activos argentinos, tanto en el mercado local como en el exterior. Se reflejó en un nuevo aumento del riesgo país a 715 unidades. El promedio de acciones líderes de la Bolsa porteña perdió 1,6 por ciento y se ubicó en su menor nivel nominal (medido en pesos) en once meses, al cerrar en 25.032,95 puntos. Sólo en lo que va de agosto el Merval acumula una baja de 15 por ciento. En Wall Street las empresas argentinas también sufrieron el embate de las ventas y sus ADR perdieron hasta 7 por ciento. 

La desconfianza e incertidumbre que existe en torno a la política económica de Cambiemos atenta incluso con la intención del Gobierno de estimular la demanda de activos en pesos. La operatoria con títulos públicos es otro ejemplo de los interrogantes respecto de una cesación de pagos en caso de que el gobierno no consiga otra fuente de fondos frescos. Mientras bonos en pesos operaron en alza, las emisiones en dólares cayeron hasta 2,4 por ciento.

En el mercado local hubo importantes retrocesos en acciones del rubro energético. Los papeles de la distribuidora Metrogas se retrajeron 6,5 por ciento. La acompañaron Mirgor, con una caída del 4,6 por ciento, y Aluar, con un rojo de 4,5 por ciento. El volumen de negocios se ubicó en los 901 millones de pesos. En desplome en los ADRs de varias de estas empresas, que reflejan a acciones en Nueva York, estuvo encabezado por el banco Galicia, que perdió 6,9 por ciento, seguido por los del Francés (-6,7) y de Loma Negra (-4,3).

En el segmento de la renta fija, los principales bonos en dólares, que se pactan en pesos, subieron hasta 2,1 por ciento, impulsados por el aumento en la cotización de la divisa (ver aparte). Si bien se trata de una inversión en pesos, el pago es en dólares, lo que implica una dolarización de cartera de corto plazo. Los más beneficiados fueron el Bonar 2024, con un alza de 1,7 por ciento, mientras que el Bonar 2020 y 2018 avanzaron ambos 2,1 por ciento. Pero la suba del dólar no estimuló la compra de bonos en dólares, ante los interrogantes sobre la capacidad de pago del Gobierno de estos compromisos. Entre los más negociados en dólares, el bono Discount retrocedió 2,5 por ciento.