Una ola de críticas sacude el Abierto de Estados Unidos, luego de que un juez de silla sancionara a la tenista francesa Alizé Cornet por sacarse y darse vuelta la remera en el campo de juego, luego del tiempo de descanso. La número 31 del mundo percibió segundos después de ingresar a la cancha que se había puesto la camiseta al revés, y rápidamente la levantó y la cambió de lugar antes de disputar el punto con la jugadora Johanna Larsson. En ese momento dejó ver el top deportivo que llevaba debajo, algo que incomodó al juez, quien le aplicó un warning en medio de los abucheos de todo el estadio. 

“¿Violación de qué? En serio”, respondió la jugadora al recibir la sanción, teniendo en cuenta que los hombres lo hacen todo el tiempo y no reciben ningún apercibimiento por eso. El juez terminaba de decirle que no estaba bien lo que estaba haciendo. “No puedes sacarte la remera así sin más”, replicó el árbitro ante la sorpresa de la jugadora.

Por las altas temperaturas en Flushing Meadows, donde se disputa el torneo, se implementa en los partidos que se disputan temprano “la ley del calor”. Esta permite que los jugadores se tomen 10 minutos de descanso para refrescarse y tomar agua fría después del segundo set. Cornet estaba volviendo de su descanso al momento de ser multada.

El castigo desató una ola de reivindicaciones encabezada por Judy Murray, madre del reconocido jugador escoces Andy, quien se indignó por el gesto sexista y denunció la doble vara de los jueces. “Alize Cornet tenía su camisa dada vuelta. Se la cambió en la cancha. Obtuvo una advertencia por conducta antideportiva. Pero los hombres pueden cambiarse las camisas en la cancha”, denunció en las redes sociales. Tenistas reconocidas como la estadounidense Bethanie Mattek y la australiana Casey Dellacqua también denunciaron la actitud y apoyaron a Cornet. Dellacqua calificó la sanción como un “ridiculez”. 

Para despegarse de las críticas, la organización del Abierto de los Estados Unidos emitió un comunicado en el que aclaró: “Todos los jugadores pueden cambiar su remera cuando están en sus sillas. Lamentamos que se haya juzgado a Cornet. Las jugadoras, si lo desean, pueden cambiarse en un lugar más privado que está junto a la pista”. La jugadora francesa había tardado menos de cinco segundos en darse vuelta la remera y nadie, mas que el umpire, se había sentido incómodo con su acción. 

La que también tuvo un problema por su vestimenta hace algunas semanas atrás fue Serena Williams. La estadounidense reaparecía tras su maternidad el pasado mes de mayo, en el torneo Roland Garros, con un mono negro de manga larga y malla larga ajustado con una franja roja en la cintura, como una auténtica heroína. El traje, diseñado específicamente para ella por la marca que la viste, más allá de su parte estética, tenía una función, prevenir los coágulos de sangre con los que Serena luchaba durante el posparto.

Pero si Williams no dudaba en volver con todas sus fuerzas a pisar las canchas, la tenista recibió un “revés” fuera de ellas cuando se conoció la prohibición por parte del presidente de la Federación Francesa de Tenis, Bernard Giudicelli, de que ella usara el traje de París en futuras competiciones aduciendo que la vestimenta era “inadecuada y significaba una falta de respeto al deporte”.

Desde la empresa que la viste salieron en su defensa entonces, con un mensaje claro en las redes sociales: “Puedes quitarle su traje a una superheroína, pero nunca podrás quitarle sus superpoderes”. 

Serena tenía reservado un nuevo golpe de efecto, y ha decidido zanjar la polémica durante su participación en el US Open con una nueva equipación que dejase sin palabras a todos los que la habían cuestionado. El traje, un ‘body’ con una sola manga y una falda de tutú, es un diseño de Virgil Abloh, al frente de la línea de hombre de Louis Vuitton y fundador de Off-White, para la colección ‘Queen’ de Nike, y se trata de una auténtica declaración de intenciones.