Nací hermana menor de cuatro personas: Natalia, Tamara, Laura y Alejandro. Dos de ellos hijos de mi papá, y dos de ellas hijas de mi mamá. Lo que me convierte en hija única, aunque la idea de unicidad me parezca un poco incómoda. Sobre la niñez de todos ellos desconozco, porque cuando tuve conciencia estaba finalizando su adolescencia y ya empezaban a despegar los posters de rockeros de la pared, o a buscar departamento para compartir con algún amigo. El registro de esta infancia que, de algún modo me pertenece, está dentro de una caja totalmente derruida debido a la la cantidad de mudanzas. Son papeles fotogàaficos arrugados, descuidados igual que el soporte que los contiene. Me apena que de jovencitos se hayan reunido en playas bonaerenses y se hayan divertido tanto. Siento desventaja por no haber formado parte de esa intimidad. En estas fotos, invento anécdotas sobre relatos que alguna vez me contaron. A lo que es verdad, le agrego.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 36 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.