Ada Colau, alcaldesa de Barcelona desde 2015, fue durante años la cara visible de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, un colectivo social que luchó contra los “desahucios” (desalojos), efecto nefasto del estallido de la burbuja inmobiliaria. ¿Ahora los desalojos son por no pagar los costosísimos alquileres?

– Para nosotros es un tema central, porque nuestro gobierno en Barcelona no sólo es un efecto del 15-M, sino también está vinculado a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, todas las personas que se vieron sobreendeudadas como consecuencia de las políticas de los gobiernos centrales, que habían perdido sus casas y conservaban las deudas con los bancos. Esa emergencia habitacional no ha desaparecido. Se está incubando una nueva burbuja inmobiliaria que no tiene tanto que ver con las hipotecas, sino con el crecimiento desorbitado de los precios de los alquileres que están produciendo centenares de desahucios invisibles de familias que en muchos casos se encuentran en una situación de precariedad, sin empleo formal, y que ya no pueden pagar el alquiler.

– ¿El Estado no debiera poner un control al aumento de los alquileres?

–Sí, claro. Esta nueva burbuja en parte está siendo producida por la actuación de grandes fondos especulativos, fondos buitre que sobrevuelan como una nube tóxica la ciudad y que a veces compran edificios enteros para echar a los vecinos que vivían allí y propiciar aumentos desorbitados de los alquileres. Es la propia ley de arrendamientos urbanos que permite los incrementos de alquileres y reduce los contratos de alquiler a tres años. Uno de los primeros objetivos nuestros es pedir que se introduzcan límites a los aumentos abusivos de alquileres a partir de precios de referencia por zonas –algo que se hace en Berlín, por ejemplo- y que se aumente el período de contrato de tres a cinco años y mientras tanto usamos toda la imaginación jurídica para combatir este proceso especulativo. Por ejemplo, multamos a los bancos que tienen viviendas desocupadas en su poder de manera injustificada, o condicionamos ayudas a las rehabilitaciones de pequeños propietarios que tienen viviendas vacías porque están deterioradas  a que las pongan en alquiler a precios inferiores a los del mercado. Estamos presionando para que el gobierno central cambie su política.