La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, advirtió que cortar el financiamiento de Estados Unidos a las Naciones Unidas sería "extremadamente perjudicial" para los intereses de su país.

Una semana antes de que Donald Trump asuma la presidencia, en su última conferencia de prensa como embajadora, Power sostuvo que "países como Rusia y China" se beneficiarían de la endeble posición de Washington en las Naciones Unidas si se recortaran los fondos estadounidenses al organismo internacional.

"Lideramos el mundo en parte liderando en la ONU", dijo Power, que se retira la próxima semana después de cuatro años como embajadora del presidente demócrata Barack Obama.

"Si nos atamos las manos detrás de nuestra espalda o despojamos a esta organización" de nuestro apoyo en sus esfuerzos de mediaciones de paz o en el trabajo humanitario, "sería extremadamente perjudicial para los intereses de Estados Unidos", dijo.

Power habló después de que se presentara ante el Senado estadounidense un proyecto de ley que recortaría el financiamiento estadounidense a la ONU hasta que sea derogada la resolución del Consejo de Seguridad que exigió el fin de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados y que Washington no vetó.

"Estados Unidos necesita a la ONU", enfatizó Power. Estados Unidos es, por lejos, el mayor contribuyente financiero de las Naciones Unidas, pues aporta el 22 por ciento del presupuesto operativo y financia el 28 por ciento de las misiones de mantenimiento de la paz, que actualmente cuestan 8000 millones de dólares anuales.

El magnate republicano Donald Trump, que será investido como presidente el próximo viernes, calificó a la ONU como "un club para que la gente se reúna y se divierta" y ha expresado su intención de restarle apoyo económico.