El índice de desempleo en Estados Unidos se mantuvo estable en el 3,9 por ciento en agosto, un mes en el que se crearon 201.000 nuevos puestos de trabajo, informó el Gobierno. La economía estadounidense continúa así en cifras cercanas a lo que técnicamente se denomina “pleno empleo”, que no significa que todos tengan empleo sino que es el nivel más bajo que se considera que se puede alcanzar, sin provocar otros desequilibrios, fundamentalmente inflación. La economía de Donald Trump desafía esos temores. Con el resultado de agosto, ya se contabilizan 95 meses consecutivos de crecimiento en el empleo, la racha de bonanza más larga desde que se lleva el registro. Los académicos ortodoxos suelen repetir que el pleno empleo puede ser una buena noticia para los trabajadores, pero no necesariamente para la economía, ya que “típicamente provoca inflación”. La Reserva Federal (la autoridad monetaria del país) ha mantenido la estrategia de elevar la tasa de interés preventivamente ante el nivel de pleno empleo alcanzado, una noticia preocupante para países deudores como Argentina. Mientras tanto, la economía de Estados Unidos no ha dejado de crecer ni padece un rebrote inflacionario.