Andrés Vieira tenía 35 años y vivía en situación de calle. Hace dos días había denunciado haber sido insultado, hostigado y golpeado por agentes de la Comisaría 9 y hoy apareció muerto de cinco balazos en el barrio porteño de Once. La muerte fue denunciada por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) como un caso más de la “violencia institucional” que la Policía de la Ciudad desata contra las personas en situación de vulnerabilidad. Vecinos y militantes de distintas organizaciones sociales se movilizaron hasta la comisaría.

El hombre asistía con regularidad al centro barrial “Vientos de Libertad”, a cargo del MTE, y ayudaba a los militantes y voluntarios de esa organización en los trabajos del comedor y concurría a los grupos de ayuda para personas con problemas de adicciones.

Gentileza Movimiento de Trabajadores Excluidos

El cuerpo de Vieira apareció en la madrugada de hoy con cinco disparos en la zona que frecuentaba y donde el domingo de la semana pasada había sido víctima del acoso policial que denunció cuatro días después, el jueves 6 de septiembre, ante el Ministerio Público Fiscal.

Según su relato que consta en el documento judicial y al que tuvo acceso Página/12, él y otros dos jóvenes que trabajaban limpiando vidrios de autos en Rivadavia y Bulnes fueron cacheados por el oficial que conducía el “el patrullero 2546” de la Policía de la Ciudad. “Cuando le pido que me hable bien, ya que yo me estaba  dirigiendo en forma respetuosa, él me contesta: ‘Vos no tenés derechos’”, testimonió la víctima.

La acusación que el policía le hizo fue que “yo sacaba plata a la gente amenazándola”, contó Vieira. “Me golpeó la cara con la mano derecha y abierta”, prosiguió. “Le contesté que estábamos viviendo en un país democrático y cuando terminé de decírselo, me pegó una patada en el tobillo derecho.”

En medio del acoso, siempre según la denuncia que consta en la Justicia, pasó otro patrullero y luego de ello se lo dejó ir sin siquiera haberle pedido documentos, como lo suelen hacer los operativos de averiguación de antecedentes. Inmediatamente después, la víctima hizo la denuncia en la sede que la Defensoría del Pueblo tiene en el barrio de Once.

No pudo precisar el número del segundo patrullero que apareció antes de que lo dejaran ir y como medida de prueba pidió que se revisen las filmaciones de las cámaras de seguridad instaladas en Bulnes y Rivadavia. Vieira dijo que no pudo identificar al policía que lo acosó el domingo pasado pero sí su rango, “era un oficial”. El jueves denunció el episodio del que fue víctima. Anoche apareció muerto de cinco balazos.