La tenista japonesa Naomi Osaka se consagró ayer campeona del Abierto de Estados Unidos al derrotar en una polémica final a una frustrada Serena Williams, que llamó “ladrón” al juez de silla, el portugués Carlos Ramos, y fue penalizada con la pérdida de un juego. Osaka pasó por encima a su rival por 6-2, 6-4 en apenas una hora y 20 minutos en un encuentro en el que la menor de las Williams recibió una amonestación en el segundo juego del segundo set por presuntamente recibir órdenes de su entrenador.