Jair Bolsonaro tiene sus principales apoyos entre los jóvenes y en sectores con mayores ingresos y mayor nivel educativo. El excapitán del Ejército, de 63 años, registra 22% de intenciones de voto, diez puntos más que sus más inmediatos seguidores, en la encuesta Ibope publicada el 5 de septiembre, un día antes de la puñalada que estuvo cerca de costarle la vida en un mitin electoral. No es de extrañar que sus propósitos misóginos y racistas a lo largo de su carrera de diputado le aseguren un electorado más masculino (28%) que femenino (16%) y más blanco (26%) que negro y mestizo (19%), según los datos del Ibope. Aunque católico de origen, su apoyo entre los fieles de Roma es de 19%, por debajo de la media nacional. En cambio su acercamiento a grupos evangélicos ultraconservadores le valen un 29% de apoyo entre los neopentecostales. Por franja etaria, su principal caudal de votos se cuenta entre los jóvenes de 16 a 24 años: 28% (en Brasil, el voto es opcional a partir de los 16 años y obligatorio a partir de los 18). En contraste, su apoyo cae a 18% entre los mayores de 45 años.

Según analistas, el apoyo juvenil se explica por el buen manejo de las redes sociales, en las cuales Bolsonaro tiene un número de seguidores superior al de cualquier otro candidato. Hay por otro lado un 29% de brasileños con estudios superiores dispuestos a votar por él. El apoyo decae con el nivel de estudios: son 26% entre quienes terminaron el secundario y 11% entre los que dejaron la escuela después del cuarto grado.

Por nivel de ingresos, un 30% de personas que ganan más de cinco salarios mínimos proclaman su intención de votar por Bolsonaro, pero son 13% entre quienes ganan un salario mínimo o menos. El salario mínimo es de 954 reales (233 dólares).