Los seis casos confirmados hasta ahora responden a la versión más tóxica de la bacteria, que “invade la sangre” y causa un shock que afecta el funcionamiento de varios órganos. En pacientes pediátricos tiene una alta tasa de mortalidad, de entre el 20 y 30 por ciento.

Los dos últimos casos reportados sostienen la idea de que los casos graves se producen cuando hay una infección previa a la que se suma esta bacteria. Según aseguró el Ministerio de Salud de Río Negro, el niño falleció el 3 de septiembre en un sanatorio privado de Roca, afectado por el modo invasivo de la bacteria que, en general, solo produce faringitis y angina. Oriundo de Viedma, había sido derivada a Roca por la gravedad de su estado. “Ya tenía una patología previa, estaba con neumonía y se sobreinfectó”, explicó María de las Mercedes Iberó, secretaria de Relaciones Institucionales del Ministerio de Salud provincial a un diario local. 

La víctima fatal de Pergamino, un hombre de 40 años, operador de turismo, ingresó a una clínica privada por un cuadro respiratorio que luego derivó en una neumonía con una infección que le causó la muerte. La noticia fue confirmada por el director de Epidemiología de la provincia de Buenos Aires, Iván Insúa, quien informó que el hombre ingresó a un centro privado de salud con una “neumonía con derrame pleural, que evolucionó en 48 horas a sepsis y falleció”.