El huracán de categoría 1 Florence dejó sus primeras víctimas mortales al tocar la costa este de Estados Unidos. “Una mujer y su bebé murieron cuando un árbol cayó sobre su casa. El padre quedó herido” y está hospitalizado, escribió la policía en su cuenta de Twitter. El huracán tocó tierra ayer a la mañana cerca de Wilmington, azotando la costa con fuertes vientos y lluvias torrenciales. Una portavoz del condado de Pender, también en Carolina del Norte, dijo que otra mujer murió por un problema de salud no especificado, después de que llamara a los servicios de emergencia pero éstos no pudieran asistirla debido a que tres árboles caídos bloqueaban el camino. Según medios locales, la mujer había sufrido un ataque cardíaco. Una cuarta persona murió en el condado de Lenoir cuando estaban conectando un generador. En el mismo condado apareció muerto un hombre de 77 años junto a su vivienda, en Kinston.

El huracán, que se degradó a categoría 1 en la escala de cinco de Saffir-Simpson, sigue siendo muy peligroso, advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC). En un momento en que los rescatistas luchaban por rescatar a las personas atrapadas en sus hogares, en medio de los fuertes vientos y las aguas llenas de escombros, las autoridades informaron de las primeras víctimas.

“La tormenta está causando estragos”, dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, al señalar que medio millón de personas están sin electricidad en el estado, que tiene una población de 10 millones, y que el nivel de los ríos “se elevará durante días”. El huracán se mueve lentamente tierra adentro por el extremo sureste de Carolina del Norte (costa sureste de EE.UU.), y pese a que perdió fuerza al tocar tierra, está causando “catastróficas inundaciones de agua dulce” en Las Carolinas a su paso. El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) indicó que Florenc presenta ahora vientos máximos sostenidos de 120 km/h, con un lento desplazamiento hacia el oeste a 7kilómetros por hora (7 km/h).

Los datos suministrados por un radar Doppler de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU. indican que el centro del huracán Florence “se mueve lentamente en dirección oeste hacia la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur”. El sistema se ubicaba a las 7 de la mañana a 55 kilómetros al oeste-suroeste de la localidad de Wilmington (Carolina del Norte) y a 55 kilómetros al este-noreste de Myrtle Beach, en Carolina del Sur.

Las “catastróficas” inundaciones que está dejando Florence se espera que empeoren con el paso de las horas y con la subida cíclica de la marea, que han provocado que las zonas costeras de ciudades del litoral atlántico ya estén anegadas. Los meteorólogos del NHC, con sede en Miami, hicieron hincapié en que las “fuertes precipitaciones” con que azota Florence tendrán acumulaciones totales de lluvia hasta 63 centímetros en la costa sureste de Carolina del Norte y el noreste de Carolina del sur, y hasta 1 metro en zonas aisladas. De hecho, los meteorólogos del NHC subrayaron que estas lluvias “producirán catastróficas inundaciones repentinas y un desbordamiento significativo de los ríos”. El peligro radica principalmente en las inundaciones, tanto de agua dulce como salada. Los niveles de agua siguen subiendo en sectores costeros de Carolina del Norte, donde ha desbordado ríos, inundado casas y obligado al rescate de centenares de personas atrapadas por el agua.

Según un probable patrón de trayectoria, el centro de Florence se moverá tierra adentro por el extremo sureste de Carolina del Norte y esta noche y el sábado por el extremo este de Carolina del Sur. A principios de la semana próxima se moverá hacia el norte a través del oeste de Las Carolinas y las montañas centrales de Los Apalaches.

La peligrosa marejada ciclónica que acompaña a Florence causará que áreas que son normalmente secas cerca de la costa “se inunden por un aumento del nivel” del mar, que podría alcanzar entre 2,7 y 3,35 metros de altura desde Cabo Fear (Carolina del Norte) a Cabo Lookout, incluidos Neuse, Pamlico, Pungo, resaltaron los meteorólogos. 

Horas antes, las lluvias torrenciales que acompañan a Florence ya habían provocado inundaciones de agua marina en calles de zonas costeras y dejado a decenas de miles sin electricidad. Las autoridades prevén inundaciones “catastróficas” por la lluvia en la costa este de Estados Unidos. Los efectos de Florence sobre la región podrían durar varios días y dejar una amplia zona sumergida bajo el agua procedente del océano.

La intensidad del meteoro descendió a medida que se acercaba a tierra, con vientos que bajaron a cerca de 144 km/h (90 mph) con la caída de la noche. Sin embargo, las autoridades advirtieron que su peligrosidad no deriva tanto de sus vientos sino de las fuertes lluvias, combinado con su avance lento. El gobernador de Carolina de Norte, Roy Cooper, advirtió sobre un desastre inminente. Los meteorólogos lo describieron como una fuerza que se moverá lentamente, arrojando copiosas cantidades de lluvia sobre Carolina del Norte y del Sur, de hasta un metro en algunos lugares. Brock Long, director de FEMA, instó a la población a tomarse muy seriamente la tormenta. “Lo peor de la tormenta aún no ha llegado pero éstas son tempranas advertencias para los días venideros”, dijo. “Sobrevivir a la tormenta será una prueba de resistencia, trabajo en equipo, sentido común y paciencia”. Cooper solicitó ayuda federal adicional para desastres ante lo que su oficina calificó de “daños históricos” en todo el estado. Más de 80.000 personas estaban sin suministro eléctrico cuando el meteoro comenzó a acercarse a la costa y más de 12.000 personas estaban en refugios.