Como ejemplo de la neblina en que se halla el sistema tarifario de gas natural, es la distorsión que le implica su actual recaudación en pesos, cuando el productor recibe el pago en dólares. Es así que las distribuidoras recaudan en pesos, y al tener que pagarles a los productores un valor en dólares, hoy reclaman, como lo han hecho los organismos de defensa del consumidor, que el precio del gas es oneroso y “no es justo ni razonable”. Las tarifas de abril 2018 estaban considerando el precio del gas boca de pozo (PIST) para un usuario R3.1 de Metrogas en 3,773$/m3. En esos meses decían que el dólar se quedaba en 21,4 pesos. Hoy en 38 pesos tendría que pagar el PIST a 6,52$/m3.

Ahora bien, como no puede pagarlo solicita un perdón, que las productoras se lo dan en un 25 por ciento. Pero queda un saldo y en ello logran una financiación a 24 meses. Estos montos mensuales plantean trasladarlos a tarifa, mediante sendos cargos llamados DDA (diferencias diarias acumuladas). Es decir, la culpa de la devaluación se la hace cargar a los usuarios. Sus imprevisiones empresariales junto a la “responsabilidad social” de los productores son eludidas, y trasladan esa diferencia a los usuarios. 

Los productores dicen que para después de octubre 2018 no regiría ese descuento, al contrario, requieren una suba generalizada del 12 por ciento en dólares. Y he aquí que todas las productoras se ponen de acuerdo y predicen un precio nuevo bajando un 25 por ciento y subiendo el 12 por ciento. Así todos los cuadros tarifarios presentados se asumen en una media de 4,14U$/MMBTU. Todo ello en un marco de una descarada simulación del supuesto mercado del gas. En el cuadro tarifario específico de Metrogas presentado el 30 de agosto, el valor del PIST se solicita en 5,207$/m3, calculado el dólar a un modesto 34,62 pesos. 

Pero el ajuste no termina aquí, se agrega el DDA que rescata la diferencia no pagada del gas comprado entre enero y el 30 de setiembre próximo. Ese valor para el usuario R3.1 se fija en 2,73$/m3. Así el PIST que estaba en 3,773$/m3 pasa a 7,937$/m3: un alza del 110 por ciento. 

Este valor no surge de un mercado que el antes ministro y ahora secretario de Energía, Javier Iguacel, simula que existe. Para ser considerado mercado es necesario que se conozcan los precios en forma pública y que además es posible obtener el producto a los precios publicado. Nada de esto existe.  Al definirse el precio entre gallo y medianoche, dando valores ni justos ni razonables ni justificados, entra en consideración el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la necesidad de realizar una Audiencia Pública ad hoc para tratar el precio del gas boca de pozo (PIST), con la debida explicitación de los costos de producción y resultados operativos. 

De hecho, el precio del gas, aun con una regulación por parte del gobierno, también resulta necesaria una Audiencia Pública genuina y vinculante. Hoy los precios del gas presentados del 110 por ciento de incremento son ilegítimos e ilegales, y al ser impagables dan pie a una desobediencia en su pago.

El precio unificado del gas en 2014, bajo el marco de la Ley de Emergencia Económica y Social, se fijó en 2,20U$/MMBTU para residenciales y 3,0 dólares para la industria y usinas dando una media de 2,60U$/MMBTU, con gran mayoría de gas convencional. Ello posibilitó un incremento en la producción, en particular por parte de YPF. Hoy la producción convencional se halla en el orden del 58 por ciento del total. El gas no convencional llega a 30 por ciento, un 15 por ciento de la misma lo toma el gas plus (tight gas) y el shale gas este año el otro 15 por ciento. Ambos pueden ser actualizados a un sustentable precio de 4 a 5U$/MMBTU, respectivamente. Por último, un 12 por ciento de importación en verano (de Bolivia) a 

5,8U$/MMBTU. El consumo residencial (25 por ciento del total) al valorizarlo hoy llegaría a 2,75U$/MMBTU, que es un valor razonable del convencional. Ante esta consideración, no debería producirse ningún incremento del precio del PIST para residenciales. 

Esto es posible plantearlo en una genuina Audiencia Pública, que la posibilita la jurisprudencia vigente y el sentido común. La que se plantea hoy no es lo adecuado. Resulta conveniente también que se retomen el ajuste futuro con índices locales (IPIM o similar), que lo planteaba la ley de emergencia tarifaria vetada. La desdolarización es un hecho inevitable. El valor final del gas en las facturas que fue en abril 2018 a 7,748$/m3, hoy pasa a una locura de 13,0874$/m3, como lo indican los cuadros de Metrogas publicados en el expediente ENARGAS IF-2018-42649787. Es decir, un aumento de 69 por ciento: un balde de nafta en la actual hoguera socio económica.

* Miembro del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz.