1 Gimnasia: Arias; Oreja, Coronel, Piovi, Melluso; Tijanovich, Rinaudo, Faravelli, Gómez; Silva, Guevgeozián. DT: Pedro Troglio.

1 Central: Ledesma; Bettini, Caruzzo, Barbieri, Parot; Lioi, Ortigoza, Gil, Camacho; Zampedri, Ruben. DT: Edgardo Bauza.

Goles: PT 36m Gil (C), ST 2m Silva, de penal (G).

Cambios: ST 12m Hurtado por Guevgeozián (G), 25m Lovera por Zampedri (C), 30m Arismendi por Camacho (C), 31m Rosales por Tijanovich (G), 35m Fernández por Ortigoza (C), 42m Ayala por Faravelli (G).

Árbitro: Fernando Espinoza.

Cancha: Gimnasia.
 

Quedó muy lejos Central de aquel equipo que inició la Superliga puntero e invicto. El canalla acumula tres juegos sin victorias, ayer igualó en La Plata ante Gimnasia, aunque volvió a quedar en deuda en el juego. Gil convirtió el único tanto del elenco rosarino.

Dos derrotas en fila llevaron a Bauza a replantearse cosas y repensar el “orden” del equipo que pregonó en el inicio de la Superliga. Perder con Racing estaba en el lado de los resultados probables, pero hacerlo ante Defensa en casa, y sobre todo, sin crear situaciones de gol ameritó una revisión. Por ese motivo, el entrenador metió mano en el once no tan inamovible y borró a Carrizo de la zona media. Lioi se ganó el puesto a base de frescura.

Gimnasia y Central se pararon en cancha con esquemas similares. Dos 4-4-2, con delanteros de centro. Entonces, el partido se tornó errático y demasiado trabado. Encima, sumó un condimento agresivo entre los rivales. Bajo ese tono, tomó excesivo protagonismo la pelota parada. Gil, en los canayas, y Gómez, en los triperos, se convirtieron en actores estelares con su pegada. Pero, pese a no ser profundo, Gimnasia arrimó más peligro por esa vía.

Sin embargo, Central fue tan contundente y eficaz como en las primeras tres fechas al sacarle todo el juego a su primera chance seria. A Gil le quedó un tiro libre en la puerta del área y la acarició con clase para celebrar ante la mirada inamovible de Arias. Otra vez la pelota detenida, esa arma tan característica de este equipo. El manual de Bauza se cumplía a la perfección.

 

Fotobaires
El árbitro vio un penal y fue el ex Newell’s Silva el encargado de convertir el tanto.

 

Central imaginó que podría manejar los tiempos del epílogo con carácter y oficio, pero no supuso que Espinoza desdibujaría el juego a través del penal que convalidó a favor del local. Vio penal de Caruzzo a Silva y el mismo ex Newell´s transformó en gol la pena máxima. Vuelta a empezar para el canaya, aunque el resultado ahora se ajustase más al trámite del partido. Ni uno ni otro habían hecho demasiado para ponerse arriba en el marcador.

El empate del lobo volvió a mostrar la peor cara de Central. Sin cambio de ritmo, de andar cansino y sin sorpresa, no tuvo herramientas para superar a su rival. Lioi no fue salida ni mejora al bajo rendimiento de Carrizo. Bauza intentó sacarlo de la modorra con el ingreso de Lovera por Zampedri. En la semana se le cayó a los mediocampistas externos por el discreto presente del equipo, pero también es verdad que el aporte de los atacantes es muy escaso.

Aunque limitados ambos, Gimnasia sacó una leve ventaja que no pudo plasmar en la red. Ledesma apareció para salvar al canaya en un par de oportunidades. Bauza movió el banco a la búsqueda de aire, pero nada encontró. Se volvió a Rosario con otro partido gris. Con un punto para terminar con las derrotas, como único saldo. Pero con la certeza de que el juego de su equipo está plagado de interrogantes.