En la situación actual, post acuerdo con el FMI, el punto nodal del análisis de los consultores tiene que ver con la articulación de la oposición. En concreto la convivencia o no convivencia entre el kirchnerismo y el Peronismo Federal. Las posturas son muy discrepantes. 

Roberto Bacman esboza las dos alternativas. “La primera es lograr la unidad, incluso pensando en la posibilidad de ganar en primera vuelta. Dicho en palabras sencillas: esta posibilidad implica lisa y llanamente aceptar como parte del espacio al kirchnerismo. Unidad, proyectos y por último el instrumento de las PASO. La otra opción, la que implicaría no aceptar al kirchnerismo como parte del armado del frente electoral anti oficialista, no haría más que dividir: el Peronismo Federal por un lado y Unidad Ciudadana por el otro. Sin temor a equivocarse esta última opción implica tomar el camino más riesgoso, que al mismo tiempo resulta el que más le conviene al oficialismo desde el punto de vista electoral”.

Federico Aurelio considera que “el primer desafío es mostrar que se puede generar un espacio que unifique la voluntad de los argentinos que no quieren que continúe la gestión de Macri. En la búsqueda de esa unidad no es suficiente la unidad de la oposición no kirchnerista. El núcleo de apoyo del kirchnerismo es lo suficientemente sólido como para exigir al dirigente que quiera liderar el espacio opositor que debe llegar a determinados niveles de acuerdo con CFK. El segundo desafío es elaborar un plan alternativo”.

Ignacio Ramírez señala que “hay sectores que tratan de mantener cierta simetría: oponerse al macrismo y al kirchnerismo al mismo tiempo. El problema es que inventar una oposición antiKirchnerista será tan difícil como crear un oficialismo antiMacrista. No obstante, el futuro esta abierto, y el desenlace electoral del 2019 depende de la imaginación y de la voluntad política”.

La mirada de Eduardo Fidanza es que “a la oposición peronista se le presenta una gran oportunidad, siempre que resuelva su interna. CFK es la candidata que más le conviene a Cambiemos: polariza y podría perder en segunda vuelta con Macri. Distinto sería consolidar una única candidatura presidencial, con una propuesta concreta. Pero todo esto dista de ser posible a la luz de la compleja interna, aunque la foto de los cuatro referentes puede ser un progreso”. 

Hugo Haime analiza que “el kirchnerismo mantiene su núcleo duro, no baja, pero le cuesta crecer. Y la historia marca que en las ultimas elecciones Cristina parecía imponerse pero cuando el gobierno extremó la polarización terminó perdiendo. El peronismo alternativo con dirigentes como Massa, Pichetto, Urtubey y Schiaretti recién comienza a armarse y al contrario de Cristina no tiene techo para su crecimiento. Para hacerlo necesita engrosarse y que quede claro que son oposición al gobierno. En ese grupo, Massa es el que más votos recoge”.

“La gravedad de la coyuntura –afirma Rouvier– y la indisimulable responsabilidad de la gestión actual obliga a que los moderados (el peronismo federal) vayan inclinándose hacia posturas más críticas, mientras la oposición sistemática del kirchnerismo se mantiene.  

La caída general de la imagen y del voto al oficialismo favorece a la oposición que se convierte en más competitiva, inclusive creciendo en algunas secciones como la Primera y la Tercera de la Provincia de Buenos Aires. Son las zonas más pobladas y me refiero a la intención de voto de CFK. Falta mucho para las elecciones, pero parece prefigurarse que para Cambiemos la próxima prueba será muy difícil”. 

Analía Del Franco reitera que “CFK se mantiene en situación de  tensión entre ser la dirigente opositora con mayor caudal electoral  ( aún pos episodio Cuadernos ) y  a su vez presentar un  techo bajo para obstruir  su potencial de crecimiento. Sin embargo hoy ella concentra un total de imagen positiva de 40,8 y llegaría en un potencia balotaje a 43,5. Desde la mirada del electorado, hay lugar para otras opciones. El mejor posicionado en este sentido es Sergio Massa, quien es el que más crece en un escenario electoral sin Cristina Kirchner”.

Artemio López habla del peronismo federal como un “pan oficialismo”.”Estos sectores del pan oficialismo opositor plantean un cambio de gobierno sin alterar sustantivamente el formato de régimen socioeconómico. Cambiar la orquesta pero no la partitura. Más allá del esfuerzo de jueces y medios, plantar de candidato a Pichetto es como pasear un gato muerto por Libertador y Cavia, por citar un caso patético de esta singular estrategia”. 

Finalmente, Facundo Nejamkis piensa más en el balotaje, “Dado que es poco probable que alguna fuerza política logre un triunfo en primera vuelta, el desafío de la oposición es como llegar con una opción competitiva a la segunda vuelta. El escenario óptimo sería un acuerdo que unifique la oferta de raíz peronista pero esta opción parece cada vez mas lejana. La fragmentación en el campo opositor mejora las chances oficialistas”.