Hace dos meses, a las 8.06 de la mañana, la escuela 49 de Moreno explotaba por una pérdida de gas repetidamente denunciada, cobrándose la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. Ayer, también a las 8.06, las calles que desde el pasado 2 de agosto son escenario de lucha de la comunidad educativa del distrito, se colmaron nuevamente para exigir justicia por el auxiliar y la vicedirectora y pedir por establecimientos seguros. Actualmente, según informó Suteba, son más de 500 las escuelas de la provincia de Buenos Aires que continúan con sus puertas cerradas, a la espera de respuestas estatales. 

Docentes, auxiliares, directores, estudiantes, familias, organizaciones sociales y sindicatos se acercaron ayer, en el horario exacto de la explosión de la 49, a la plaza Carlos Fuentealba de Moreno. Los familiares de Sandra y de Rubén recibieron el abrazo de la comunidad, con el dolor que el paso del tiempo no logra disipar. Mabel Zurita, esposa del auxiliar, esta vez no pudo estar presente. “Ella está muy mal, y tiene que cuidar a su hija de 12 años”, explicó Diego Rodríguez, uno de los hermanos de Rubén. El esposo de Sandra tampoco se acercó a la movilización: “Maxi está muy conmovido. Como toda la familia, tratando de ver cómo salir adelante y cómo seguir con dos hijos. A mi mamá también le cuesta mucho salir de su casa, no se siente con fuerzas para venir”, contó a PáginaI12 Alejandra Calamano, hermana de la vicedirectora. Y agregó: “Es muy difícil continuar sin Sandra. Yo todavía no caigo. Todavía no entiendo. Ella era una gran luchadora, una referente. Y se nos fue”. 

“Vivimos estos dos meses con mucha tristeza, con dolor todavía, porque hasta ahora no vimos ningún adelanto en el tema judicial. Nosotros pedimos que los culpables, tanto jurídicos como políticos, sean condenados”, dijo a este diario Hernán Pustilnik, docente de la 49, quien informó que las obras de refacción en la escuela están por ser finalizadas. Y agregó: “Quiero desmentir a los medios que dicen que hay 75 edificios escolares en Moreno que están arreglados. Eso es mentira. Cuando pasó lo que pasó, no vinieron para acá, no se interesaron por las escuelas. Ahora de golpe vienen a hacer notas por lo que pasó con un grupo de docentes que organizó una fiesta en una establecimiento cerrado. Si realmente quieren saber la verdad, que vengan a Moreno, a recorrer todas las escuelas”. 

La movilización, encabezada por la comunidad educativa de la escuela 49 y los familiares del auxiliar y la vicedirectora, comenzó una hora más tarde, rumbo a la Municipalidad. “A dos meses de la muerte de Sandra y de Rubén, movilizamos a tres lugares en particular. Primero al municipio, que tiene a cargo 100 obras de gas pero que también es responsable de garantizar todo lo que tiene que ver con el perímetro de las escuelas: el desmalezamiento, el alumbrado público y la accesibilidad, que no está garantizada para nada en el distrito de Moreno. Luego a la fiscalía, porque exigimos justicia para Sandra y para Rubén. Y, finalmente, movilizamos al consejo escolar, donde el ex interventor Sebastián Nasif tuvo que renunciar: un organismo que se tiene que normalizar el próximo 23 de octubre”, explicó a PáginaI12 Mariana Cattaneo, secretaria general de Suteba Moreno. A las 10, al ritmo de “Olé olé, olé olá. No fue tragedia, no fue casual. Es el ajuste del gobierno de Vidal”, la movilización llegó a la Intendencia y un grupo de directores entregó un petitorio a las autoridades locales, reclamando por las necesidades insatisfechas en las escuelas. La marcha continuó unas cuadras más hacia la fiscalía, que los recibió con las persianas bajas.

Diego Rodríguez, hermano de Rubén, ofreció algunas palabras frente a la fiscalía: “Hoy, a dos meses, le decimos a la provincia que no tenemos respuesta. Le decimos a la fiscalía que tampoco tenemos respuesta. Y decimos basta, basta de abandono. Hoy decimos ‘Moreno está presente’. Hoy decimos ‘se viene el morenazo’. Y se viene para todos”, agregó en medio de un fuerte aplauso. Elevadas por una docente de Moreno, una parca con la cara de María Eugenia Vidal y otra con la de Mauricio Macri danzaron al compás de los tambores. “Es una representación de lo que venimos viviendo las escuelas. A una guadaña le pusimos la leyenda ‘educación pública’ y se la adjudicamos a Vidal, porque ella es la responsable de esta desidia en los establecimientos. Y a la otra le escribimos ‘ajuste’ y se la pusimos a Macri, porque viene con un recorte presupuestario para todos”, explicó Camila, docente de la primaria 84 y de otras instituciones de Moreno. La 84, según explicó la maestra, “es una escuela compuesta por 8 containers sobre un playón, en el medio de un descampado. En Cuartel V, las matrículas están desbordadas y muchos chicos quedaban sin escolarización. ¿Qué hizo el estado? Un playón con 8 aulas modulares. Cuando llueve, el colectivo no ingresa al barrio y nosotros no podemos ir a trabajar. No tenemos cocina y estamos colgados”, informó Camila. La marea de docentes llegó al Consejo Escolar alrededor de las 11, donde se realizó una olla popular y una radio abierta. Los familiares de Sandra y de Rubén se ubicaron frente a las puertas del organismo, junto a docentes y auxiliares de la escuela 49. Padres, estudiantes, y representantes de organizaciones sociales y sindicales concluyeron la marcha con algunas palabras. “Queremos decirles a las autoridades que Moreno está de pie, que las familias por primera vez estamos formando parte de un reclamo. No vamos a dejar que nada ni nadie quebrante la unidad que hemos formado junto a los directivos, gremios y organizaciones sociales para que todos juntos llevemos adelante un reclamo que se escuche en todo el país  y se replique en todos los distritos, para que toda la argentina tenga escuelas públicas seguras y de calidad”, expresó Gustavo, un padre de Familias Autoconvocadas de Moreno.

Mientras, a ritmo constante, una mujer revolvía presas de pollo dentro de una olla. Porque, pese a las amenazas recibidas por los docentes durante el último mes, la respuesta ante las ausencias del estado sigue siendo la misma: “ollas, sí”.

Informe: Azul Tejada.