Se llegó a decir que, luego de la muerte de George Martin, era el último guardián de los secretos de cómo se hizo lo imposible cuando la tecnología aún era precaria. Geoff Emerick, el histórico ingeniero de sonido de los Beatles, murió a los 72 años, de un paro cardíaco en Los Angeles, ciudad en la que se estableció tras conocer a su esposa durante la grabación del disco Even In The Quietest Moments (1977), de Supertramp. La noticia fue confirmada en su cuenta de Twitter por su manager, David Maida, y no se hicieron esperar las reacciones. Uno de los primeros en despedir al sonidista inglés fue Paul McCartney, con el que trabajó por última vez en un tema inédito del álbum Kisses on the Bottom (2012). “Me desperté esta mañana con la triste noticia”, tuiteó el músico, quien se explayó con un tributo en su sitio web. “El fue un gran ingeniero y amigo, y aunque los Beatles tuvieron a grandes ingenieros a través de los años, él fue el mejor. El era inteligente, divertido y fue el genio detrás de muchos de los grandes sonidos de nuestros discos. Trabajé con él después de los Beatles, y los sonidos que logró evocar siempre fueron especiales”. En 1962, a los 15 años, Emerick comenzó a trabajar en EMI, sello que editó a los Beatles hasta que sus discos aparecieron a través de su propia discográfica, Apple Records. Tras ser testigo de la primera grabación de la formación histórica del cuarteto, “Love Me Do”, cuatro años más tarde se convirtió en el ingeniero oficial del grupo. Como mano derecha de George Martin, estuvo detrás de la consola en el periodo que cambió para siempre la música popular contemporánea: desde Revolver hasta Abbey Road. Justo el tema que cierra el álbum de 1966, “Tomorrow Never Knows”, era uno de sus favoritos. Dejó constancia de esto en la charla que ofreció en abril último en la Biblioteca Nacional, una de las actividades que realizó durante su estancia en Buenos Aires. “Le encontramos la vuelta cuando logramos un sonido estéreo en la voz y bajamos los micrófonos de la batería. Además, fue la primera vez que se hizo un loop de batería, porque Ringo no aguantaba más de tres minutos el mismo ritmo. De ese tema también quiero resaltar que John estaba como loco con las voces. Quería ser como un Dalai Lama cantando a tres mil metros de distancia”. 

Fue el propio Emerick el que decidió dejar a los Beatles. Sucedió después de haber comenzado las sesiones del White Album, puntualmente porque no conseguía el sonido mugroso que el autor de Double Fantasy buscaba para el tema “Revolution”. “El solía tratarme mal en los últimos tiempos”, recordaba Emerick, considerado el “sexto beatle”, en el conversatorio organizado por el Instituto Nacional de la Música (Inamu) y la Asociación Argentina de Técnicos e Ingenieros de Audio (Attia). “No puedo reproducir acá lo que me decía, pero se enojaba feo. Hasta que un día me gritó, yo me enojé más, y decidí irme”. Sin embargo, no se trató de la última vez que colaboró codo a codo con los músicos de la banda. En 1973, Paul McCartney lo invitó a Nigeria para registrar las sesiones de otro álbum que hizo historia: Band on the Run. Mientras que en 1982 se reencontró con el ex líder de Wings y George Martin en el disco Tug of War. 

Pese a que su obra está asociada a la del grupo de Liverpool, Emerick, quien ganó cuatro premios Grammy (dos de ellos con los Beatles y otro por Band On the Run), colaboró con artistas musicalmente diferentes entre sí, entre los que destacan Gino Vanelli, Ultravox, UFO, Jeff Beck, John McLaughlin, Cheap Trick, Elvis Costello, Nazareth, Badfinger, Pink Floyd, Judy Garland y The Zombies. También publicó en 2006, en complicidad con el periodista Howard Massey, su libro de memorias: Here, There, and Everywhere: My Life Recording the Music of The Beatles. “Cuando uno graba música, no puede perder la magia de los instrumentos. Uno tiene que escuchar cuando está grabando, y elegir qué hacer sacando lo mejor del artista, no de las máquinas”, recomendó el ingeniero en su único paso por la Argentina. “No trabajaría rap porque odio ese género. Tampoco uso Autotune, ¿para qué fabricar a un Justin Bieber? Hay que buscar artistas porque si no, cuando dan un premio Grammy, no se sabe si es para el músico, para el ingeniero o para el productor”.