Una mujer de 30 años fue detenida como acusada de asesinar de un golpe a su novia en el domicilio que compartían, en el barrio porteño de Villa Luro. La detenida intentó en un primer momento desligarse del hecho, pero luego le confesó la autoría del crimen a su empleador, el dueño de una remisería. “A vos no te puedo mentir, la maté”, le dijo al hombre para el cual trabaja en una agencia de remises. Alrededor de las 6, la ahora detenida llamó al teléfono 911 y dijo que al regresar de su trabajo había encontrado a su compañera tendida en el piso, golpeada y agonizando. Paramédicos del servicio de emergencia SAME encontraron a la víctima, Mariel Rodríguez, ya fallecida y con signos de un golpe en el cráneo, con herida cortante, y envuelta en una sábana. Luego de constatarse que en la casa no había ningún faltante, los efectivos de la Policía de la Ciudad que llegaron al lugar detectaron algunas inconsistencias en el relato de la mujer. No obstante, el dato del empleador de la mujer fue clave para desembocar en la detención.