El gobierno estadounidense criticó el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CPI), que ordenó la suspensión parcial de las sanciones contra el régimen iraní, al considerar que el caso no tiene mérito y opinó que el tribunal no tiene jurisdicción en el tema. “Este es un caso sin fundamento sobre el cual la Corte no tiene jurisdicción. El tribunal hizo hincapié en la urgencia de suspender aquellas sanciones que amenazan la ayuda humanitaria y la seguridad en la aviación civil. Aun así, vale notar que la Corte declinó aceptar la mayoría de las medidas solicitadas por Irán. En su lugar, la Corte emitió una acotada decisión sobre un limitado rango de sectores”, consideró Peter Hoekstra, embajador de EE.UU. en Holanda, país donde tiene sede el tribunal de La Haya. Si bien las decisiones de la CPI son vinculantes e inapelables para países miembro Estados Unidos nunca adhirió al Estatuto de Roma de 1998, el instrumento constitutivo de la CPI. Con esta postura adelantada por Washington, no se espera una aplicación del fallo, ya que depende de la voluntad de los Estados y, eventualmente, del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Estados Unidos tiene derecho a veto. Los jueces ordenaron unánimemente este miércoles que, de todas las sanciones impuestas a Teherán, Estados Unidos no puede incluir la exportación de productos médicos, alimenticios, agrícolas y equipos imprescindibles para la seguridad de los vuelos civiles. Washington había exigido al tribunal que no considerase ninguna de las medidas provisionales solicitadas por Teherán porque éstas “causarían un perjuicio irreparable a los derechos soberanos de Estados Unidos en sus políticas hacia Irán”.

Según Teherán, la política de Washington tiene “consecuencias dramáticas” sobre la economía iraní. El régimen persa deseaba que la CPI instara a Estados Unidos a interrumpir las sanciones que “violan numerosas disposiciones” de un tratado firmado por Estados Unidos e Irán en 1955. Este texto, poco conocido, prevé “relaciones amistosas” entre ambas naciones y promueve los intercambios comerciales. A su vez, Washington alegaba que Teherán no ha mostrado “buena fe” al invocar ese tratado en este proceso. El régimen celebró este miércoles la decisión de la CPI, al considerar que es “una nueva señal que confirma claramente que la República Islámica de Irán está en su derecho”, según un comunicado del Ministerio de Exteriores.